Por Héctor Romero Fierro
Pronta recuperación a la hija de Ismael del Toro, felicitándolo por anteponer a la familia antes que la política, cosa que la gran mayoría de políticos jamás haría. Esa situación familiar lo llevó al extremo de tener que renunciar a la reelección como alcalde de Guadalajara, lo que benefició a Pablo Lemus, quien ha realizado un excelente trabajo durante ya casi seis años en Zapopan, lo que lo llevó a aparecer reiteradamente como el candidato preferido por los tapatíos.
Independientemente del partido político que lo postulara, no existe duda que ganarán la elección Lemus por Guadalajara y Frangie en Zapopan. Estos municipios requerían de un empresario que pusiera orden en la administración municipal, cosa que logró con creces Lemus y su equipo en el que estaba Juan José Frangie como jefe de Gabinete, por lo que es garantía de continuidad de lo ya realizado en forma correcta y que además conoce todo lo pendiente por realizar en favor de los zapopanos, que es mucho.
El reto de Lemus es enorme, ya que estaba comprometido a que todo su equipo se sumará al futuro equipo del candidato de Zapopan y ahora tendrán que dividirse apoyándose en lo poco rescatable de los actuales funcionarios municipales en Guadalajara.
Desde estas líneas le deseamos éxito a ambos candidatos, que tienen como ventaja, además de ser empresarios, no pertenecer al partido político bajo las siglas que los proponen, por lo que su compromiso es con la ciudadanía más que con MC.
Esperemos que los demás miembros de ese partido político que se quedaron en la recta final como Mirza Flores Gómez, Fabiola Loya, entre otros, se sumen a las candidaturas señaladas, inclusive los huérfanos políticos que deja Ismael como Alejandro Ortiz, Almaguer, Salvador Caro, incluso la regidora del PRI Verónica Flores, que vota todo apoyando las propuestas de Ismael y muchos más.
En otro tema, el Presidente López Obrador anunció, como ya lo esperábamos, una reforma fiscal en cuanto pase la elección próxima, dado el despilfarro de recursos públicos destinando todo a sus proyectos faraónicos y programas sociales-electoreros, las finanzas del gobierno federal resultaron muy lastimadas por las políticas equivocadas implementadas por López y que se deterioró más como consecuencia de la pandemia y las graves pérdidas de Pemex, CFE y la cancelación del Aeropuerto de la Ciudad de México.
La única solución que encontraron fue elevar la carga tributaria para sobrevivir los próximos tres años y esta reforma afectará más a la ya muy lastimada “clase media”.
Vemos un Presidente que ya perdió totalmente el piso, ahora a raíz de los múltiples juicios de amparo contra las reformas inconstitucionales de la Ley de la Industria Eléctrica, amenaza al Poder Judicial (felicito desde aquí a los jueces de distrito con pantalones que ya han concedido más de 30 suspensiones), pretende modificar la Ley de Amparo e inclusive reformar la Constitución para que sus locuras no puedan ser suspendidas por la Suprema Corte.
La única forma de salvar a México es evitando que Morena tenga mayoría en la Cámara de Diputados como resultado de la próxima elección y retomemos un sano equilibrio republicano.