LISTO YA, EL IMPUESTO A LA PRODUCCIÓN DE CO₂

LISTO YA, EL IMPUESTO A LA PRODUCCIÓN DE CO₂
Por: Carlos M. HERNÁNDEZ SUÁREZ 

No era el mejor momento para agregar impuestos. Trump nos está dando bastantes temas en que ocuparnos y, lo peor, es que al final va a ser un impuesto que no servirá para mucho, porque los que realmente producen mucho CO₂ no van a pagar.

El decreto, que ya se publicó en el Periódico Oficial del Estado de Colima el sábado pasado, dice que lo van a pagar las “fuentes fijas”. Dado que los autos se mueven, pues parece que eso excluye a todo aquello que usa combustibles fósiles y se mueve, como aviones, barcos y autos. Además, cuando compramos gasolina, se incluye un pago dentro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que establece una tasa impositiva a los combustibles fósiles que generan gases de efecto invernadero, no lo pueden cobrar dos veces.

A los cañeros, que producen mucho CO₂ al quemar la caña, de seguro no se los van a cobrar. Es, digamos, “políticamente incorrecto” y nadie puede pagar 14 mil pesos por hectárea. Ya encontrarán un pretexto para no cobrarles.

La minería es una actividad bajo jurisdicción federal, así que tampoco. Igual la producción de electricidad.

Las plantas de tratamiento de aguas residuales y los rellenos sanitarios producen mucho CO₂ y metano, y, ojo, mientras la tonelada de CO₂ se pagará a $560 pesos, la de metano se pagará en casi $16 mil pesos, según la ley. Las rosticerías también producen mucho CO₂.

Supuestamente, no se trata de cobrar un impuesto, sino de motivar a que los que producen CO₂ sean más eficientes en sus procesos. Yo creo lo siguiente: si alguien prepara pollos al carbón, lo que le cobres de impuestos se lo va a aumentar a la pechuga rostizada. No creo que las rosticerías se vayan a poner a innovar para producir menos humo. Igual, los rellenos sanitarios… si les cobran a los ayuntamientos, pues nos lanzan un impuesto a la recolección de basura.

Pero bueno, los diputados ya hicieron su tarea.

En un video en redes sociales, se puede ver cuando le preguntan al diputado Alfredo Álvarez —impulsor de esta iniciativa— cómo iba a combatir las plagas del maíz sin insecticidas. El diputado dio una receta que consistía en un balde con agua, dos jabones Casa Blanca y más o menos un kilo de cenizas. Cuando le preguntaron dónde conseguir tanta ceniza, el diputado contestó que “las rosticerías producen mucho”.

Entonces ya no supe si las rosticerías son buenas o son malas.