El presidente Felipe Calderón convocó a derrumbar prejuicios, muros y resistencias para reivindicar las libertades y la dignidad de quienes aún padecen cualquier forma de exclusión en el país.
Al instaurar el 19 de octubre como el Día Nacional contra la Discriminación –fecha que coincide con la abolición de la esclavitud hace 200 años–, el mandatario dijo que es necesario seguir luchando contra el silencio, el olvido y la incomprensión, con la convicción de que el camino a la sociedad igualitaria es irreversible.
Acompañado por el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora; de la primera dama, Margarita Zavala; del representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, así como de Luis H. Álvarez, asesor de grupos vulnerables, y el presidente del Conapred, Ricardo Bucio, el jefe del Ejecutivo dijo que el objetivo de nuestro país es superar los prejuicios que son la raíz misma de la discriminación que tanto se ha arraigado entre nuestras civilizaciones.
“Es hora de acabar con la distinción arbitraria que daña profundamente la dignidad y la vida de la persona discriminada”, dijo el Presidente.
Instó a los poderes públicos, a los tres órdenes de gobiernos, los empresarios, los medios de comunicación, la sociedad en general a erradicar esta conducta que tanto daño hace, no sólo a las personas que son discriminadas, sino a la sociedad que aspira a ser democrática y plural.
Admitió que aún falta mucho por hacer a pesar de que con el esfuerzo colectivo, en los últimos 10 años, se ha logrado la creación de un nuevo andamiaje legal e institucional para que la discriminación deje de ser una barrera al ejercicio efectivo de los derechos fundamentales de los mexicanos.
“Es por ello que nuestra estrategia para prevenir y eliminar la discriminación debe actualizarse constantemente”, señaló.
Calderón dijo que hay una deuda histórica no sólo con los pueblos indígenas, sino con las mujeres, con las personas que viven con discapacidad, las minorías religiosas, las personas que viven con VIH-sida, los refugiados, los migrantes y los adultos mayores.
Con información de: Crónica