Las plagas y enfermedades animales y vegetales pueden poner en peligro la soberanía alimentaria de nuestro país; sin embargo, México cuenta con una importante infraestructura institucional para detectarlas, prevenirlas y erradicarlas, lo que le ha valido reconocimiento internacional.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural comparte el Centro de Adiestramiento Canino (CEACAN), del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), al que pertenecen más de 90 perros inspectores, que se encargan de revisar embarques comerciales, equipajes e interceptar productos de riesgo cada año, para que no ingresen plagas y enfermedades de otro países al territorio mexicano.

Personal del CEACAN, muestra cómo funciona el adiestramiento de los lomitos, de los cuales, la mayoría vienen de albergues de diferentes zonas de la Ciudad de México y área metropolitana; así como de “donaciones de particulares, de personas que por desgracia ya no pueden tener a los perros en su casa y les quieren dar otra oportunidad o una mejor vida”, explica la instructora canina, Mayte Tontle Rentería.

Para ser candidatos, los perros deben ser amigables, juguetones y glotones, ya que se les entrena a base de un juego con golosinas. Es muy importante que sean sociables, ya que “tienen que convivir con diferentes personas que no conocen, si es un perro tímido, miedoso o agresivo, no podemos ingresarlo aquí”, aclara, la también médica veterinaria.

El entrenamiento, dependiendo del perro, dura entre ocho y doce semanas, y está basado en el refuerzo positivo; se utiliza una pelota, el juego o las caricias, para que encuentren los alimentos para los cuales están siendo entrenados; “todo depende del perro, hay unos que son más peloteros, más glotones y otros que les gusta mucho el amor”, detalla Mayte Tontle.

Estos guardianes del patrimonio agroalimentario del país, cuentan con una unidad médica en el CEACAN, en la cual reciben medicina preventiva, curativa y quirúrgica. Esta atención se da tanto a los perritos que están siendo adiestrados, como a quienes ya se encuentran en servicio.

La especialista del Área Clínica del CEACAN, Abril Alfaro Ruíz, explica que se realizan revisiones físicas periódicas, para que tengan bienestar todos los caninos que se encuentran en el centro, “el origen de ellos muchas veces es de recuperación de albergues y desconocemos la condición de salud con la que ingresan”.

Los perritos se encuentran en óptimas condiciones, ya que “como unidad médica, nos encargamos de dar seguimiento a todas las unidades caninas que se encuentran en operación en puertos, aeropuertos y fronteras; nos encargamos aquí de asignar nombre, dieta, su ración de alimento y damos recomendaciones a distancia y hacemos el seguimiento de salud”, explica.

Roberto Cesáreo Gómez, quien funge como Enlace de Adiestramiento Monitoreo y Capacitación del CEACAN, explica cómo adiestran a los caninos para detectar al gusano barrenador, mediante diversos ejercicios y utilizando una barra de inducción olfatoria, así como otros materiales que incluyen “muestras con las secreciones que producen las lesiones del gusano, pero, además, para discriminar, tenemos sangre, orina, heces e incluso alimento, para que el perro deseche lo que no le interesa y solamente marque lo que es el arma de la gusanera”, para luego llevarlos a ranchos de Chapingo y de la UNAM, donde se enfrentan directamente al ganado, detalló.

Estos entrenamientos se realizan cuatro veces al día, dos en la mañana y dos en la tarde y se combinan con una rutina alegre de juego, esto, durante seis semanas, señaló Roberto Cesáreo Gómez.

Como vemos, es arduo el trabajo que realizan tanto los instructores como los lomitos del CEACAN, para proteger a México de plagas y enfermedades animales y vegetales.