La llama fue encendida por una actriz que representaba una «alta sacerdotisa» de la Antigüedad, la que captó los rayos del sol en un espejo parabólico en las ruinas del Templo de Hera, cerca del milenario estadio de los juegos.
Sin embargo, una brisa inesperada causó un temprano contratiempo al apagar la llama, la que debió volver a ser encendida antes de ser entregada al primer portador. De allí la llama comenzó su viaje a Londres.
Con información de la BBC