Ciudad de México.- El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, desestimó los roces que se registraron en la reunión con representantes de las entidades y señaló que se trató de planteamientos válidos por parte de titulares de los Ejecutivos Estatales.
«Lo que están haciendo los gobiernos estatales es un acto de responsabilidad, de congruencia, de atención a la población que gobiernan. En algunos casos el énfasis mayor es en el tema de la protección directa de las personas en relación con COVID-19».
Y es que un lineamiento del semáforo epidemiológico provocó el rechazo de la mayoría de los Gobernadores en una reunión virtual con autoridades federales.
En el encuentro, el Subsecretario Hugo López-Gatell planteó a estados que podrían incurrir en responsabilidades administrativas y penales si no toman las medidas necesarias para el cuidado de la salud en tiempos de la pandemia.
El sub secretario dijo que hay algo difícil de reconciliar: la salud y la vida con la afectación de la economía. Y es con esto, con lo que tienen que lidiar los gobernadores, calificando como ‘llamativa’ la forma en la que hicieron estos planteamientos.
Estableció que la pandemia llegó a la humanidad cuando no hay tratamiento, vacuna o mecanismo efectivo para interferir con la transmisión y desconocimiento de cómo funciona.
Dijo que para proteger la salud y vida de las personas hay diversas intervenciones, algunas no tan efectivas y otras dependientes de la conducta humana (cubrebocas), y otras dependientes de la conducta social (sana distancia).
Y señaló que los efectos adversos de la economía pueden llevar a daños graves de las personas, empobrecimiento, desempleo, aumento de la inseguridad y repercuten sobre la salud y la vida, regresando al punto inicial.
Consideró que calificar que hay un enfrentamiento entre niveles de gobierno es una ‘idea frívola’, porque no se puede acotar solo a eso.
Dijo que el punto de dialogo se centró en el Semáforo COVID-19, que es un instrumento técnico, establecido por el Gobierno de México, y puede ser perfectible.
Refirió que la conversación del lunes fue productiva, porque se llegaron a ideas fundamentales, como precisar procesos, la hora en que se hace el corte de información, sistemas que se utilizan, evaluación, canales de envío y espacio de reflexión.
Mencionó que el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, como titular ahora de la CONAGO, expresó una inquietud, que pudiera existir una discrepancia entre la disposición federal y la evaluación local de la situación.
Convertir el semáforo que tiene un carácter general, a algo particular es complejo, por los detalles que caracterizan a todas las entidades con sus diversas vocaciones, ya sea turísticas, mineras, comerciales, entre otras.
Consideró que el elemento crítico fue la corresponsabilidad concepto que no es nuevo y se le llama concurrencia, se estableció en la Constitución y la Ley de Salud (desde 1984).
Al hablar de la petición de los gobiernos estatales, respecto a que se haga explícito el marco de concurrencia para la aplicación concreta del semáforo, señaló que es indispensable que se incluyan en el decreto del 14 de mayo, donde se estableció el semáforo de COVID-19, cuáles pueden ser los elementos legales, que ya existen, lo que llevaría a deslindar la responsabilidad en caso de incumplimiento o de una consecuencia adversa.
«Si la Federación dice estas en rojo y el estado dice yo estoy en naranja y voy a hacer estas otras actividades, el estado ha de responder por sus decisiones soberanas, no es amago, es claridad, franqueza y es sobre el marco de la Ley plantear las cosas como son».
Aseveró que en tanto esté vigente el decreto del 14 de mayo se tiene que seguir aplicando el semáforo tal como se contempla ahí y de acuerdo al lineamiento vigente, destacando que lo técnico no ha cambiado, los indicadores, cómo se mide.
«El acuerdo que hubo es que de uso interno se les compartirá esta información a los gobiernos estatales semanalmente, porque así está en el acuerdo del 14 de mayo y quincenalmente se hará la presentación pública con el propósito de que el ajuste necesario en la sociedad no sea tan frecuente».
Destacó que es una decisión estatal determinar qué negocio se abre o cuál no, apoyados con los municipios.
Si se reabre hay riesgo de rebrotes, pero si no se abre la economía no se recupera y comienza a haber efectos profundos sobre el bienestar social, no hay una fórmula ideal para desconfinar, por ello como sociedad de forma unida se debe actuar.
«No hay que criticar al gobernador o gobernadora que tiene sobre sus hombros la responsabilidad de las decisiones que llevaron a eso (alza o baja de la curva epidemiológica)».
López-Gatell señaló que el descenso de la curva no será lineal, es una especie de zig zag, hasta que eventualmente se acabe la epidemia.
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