Los 12 jóvenes futbolistas y su entrenador rescatados de una cueva anegada en Tailandia salieron del hospital el miércoles con aspecto sano y respondieron a preguntas de periodistas de todas partes del mundo.
El grupo entró a la sala entre aplausos de los reporteros y sus compañeros de escuela y realizaron una breve exhibición de sus destrezas en el manejo del balón en una cancha en miniatura.
Luego abrazaron a sus amigos y se sentaron junto con médicos, comandos de la unidad de la armada que los rescataron y otras personas que los ayudaron durante los días en la cueva.
Los médicos dijeron que los 13 estaban sanos de cuerpo y mente. Los chicos aumentaron unos 3 kilos en promedio desde que salieron de la cueva. Durante su encierro de más de dos semanas habían perdido en promedio 4 kilos.
Esta fue la primera oportunidad que los jóvenes pudieron hablar directamente con la prensa, aunque antes lo habían hecho por video. Las autoridades revisaron previamente las preguntas para asegurar que ninguna tuviera consecuencias psicológicas perjudiciales.
Les preguntaron sobre sus sensaciones en el momento que dos buzos británicos los hallaron y también sobre las circunstancias de su ingreso a la cueva y cómo es que quedaron atrapados.
Los miembros del equipo Wild Boars entraron a la cueva de Tham Luang el 23 de junio para una breve excursión luego de un entrenamiento. Pero las lluvias del monzón anegaron rápidamente los estrechos pasadizos bloqueándoles la salida. Los hallaron dos buzos británicos 10 días después, resguardados en una pequeña estancia sobre el nivel del agua, sonriendo aliviados pero visiblemente delgados.
Un equipo internacional de rescatistas con equipos de buceo y poleas sacó a los 12 niños y a su entrenador a través de los anegados pasajes en una operación que duró tres días, hasta el 10 de julio.
Durante su ingreso hospitalario, algunos de los niños fueron atendidos por infecciones menores.
La familia de uno de los chicos estaba preparando la casa para su regreso el miércoles en la noche.
Banphot Konkum, un tío que crío a Duangpetch Promthep, de 13 años, dijo que tendrá un dormitorio renovado y regalos.
«Haremos lo que él quiera. Si quiere algo, se lo compraremos como regalo ya que le prometimos que cuando salga haremos lo que quiera por él”, añadió Banphot.