Los candidatos de España cierran una campaña marcada por la crisis

Las campañas electorales a la presidencia del gobierno español cerraron este viernes en Madrid, en medio un clima marcado por la crisis económica, que impulsó el adelanto de la convocatoria.

Los principales candidatos, Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), y Alfredo Pérez Rubalcaba, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), se presentaron en dos grandes centros de deportes de la capital española para exponer sus propuestas por última vez antes de las elecciones generales del próximo domingo.

Rajoy, de 56 años, favorito en las encuestas, insiste en que los conservadores pueden regresar a España al buen camino. «Esa es la vía que vamos a seguir durante los próximos cuatro años. Austeridad, respeto hacia los contribuyentes, no gastar más de lo que tenemos, no vivir por encima de nuestras posibilidades y animar a los emprendedores», dijo el candidato en un mitin esta semana, informa CNN.

Rajoy aseguró que no recortaría las pensiones, que el gobierno socialista congeló y por lo que fue muy criticado, pero dijo que el resto de los rubros están encima de la mesa ante posibles recortes para reducir el déficit.

Tras la salida del poder de José María Aznar en 2004, Rajoy perdió la contienda ante Zapatero ese año y en 2008.

Rubalcaba, de 60 años y veterano socialista desde los años del expresidente Felipe González, agotó su último discurso para evitar que el Partido Popular obtenga la mayoría absoluta. Respecto a su política ante la crisis, el candidato del PSOE ha insistido en que la solución pasa por la acción del Banco Central Europeo, «que actúe clara y decisivamente», según un reporte de CNN.

Dañado por las críticas hacia las medidas tomadas por el mandato anterior, Rubalcaba ha reconocido que su partido tiene una misión difícil en los comicios y aseguró que le preocupa «que la derecha logre el poder absoluto» en una entrevista para el diario El País.

Los recortes, el alto índice de desempleo (21%), los indicadores negativos de Europa y el desplome de la popularidad de Zapatero influyeron en el debilitamiento del PSOE, del que ya se vio una muestra en las elecciones regionales de mayo, en las que los socialistas sufrieron un descalabro.

El fin de las campañas, iniciadas el 4 de noviembre pasado, tras el anuncio del adelanto electoral y de la marcha de Zapatero, ocurre en el peor día de la crisis económica española, ocasionado por un repunte en los intereses a 10 años sobre la deuda española que causó pánico en el ya afectado sector financiero europeo.

Una de las incógnitas de la jornada del domingo es el impacto en los resultados de las protestas de los indignados de los últimos seis meses. Esteban Guerrero, en su último año de carrera y que ha participado en las manifestaciones, piensa que es necesario votar aunque no es suficiente. «La gente piensa que las elecciones no cambiarán la situación. No pararán los recortes». Desolado por su propio futuro laboral, lamenta que ya son muchos años de frustración, recortes y bajos salarios».

El 37% de los españoles encuestados consideran que la situación política general en España es mala y el 82% considera que el PP ganará en las elecciones generales, según la encuesta de octubre del Centro de Investigaciones Sociológicas.

El decreto de convocatoria de las elecciones recoge que la Constitución del Parlamento se celebrará el próximo 13 de diciembre y que, a partir de esa fecha, se pondrá en marcha el mecanismo para la investidura.

Con información de CNN

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