Los derechos humanos, de los animales

bajo el sol
Por: Carlos Aguirre

No sé si reír, o llorar. Las cosas están raras, por decirlo menos.

Somos humanos y nos tratamos como si no lo fuéramos. Nos peleamos por cualquier cosa, a golpes si es necesario y hasta llegar a la dominación del otro, hasta donde se deje él y pueda uno. A fuerza bruta, como los animales, o con algo, lo que sea, que pueda ser usado como ayuda, como arma. Un palo, un cuchillo, una pistola…lo que sea.

Nos decimos humanos, ahora hasta un gobierno humanista tenemos -dicen- y las notas rojas, violaciones, robo a mano armada, desapariciones forzadas, crímenes, etc., están a la orden del día. Ah, pero tenemos derechos humanos.

¿En verdad los tenemos?

Ese tema ha sido protagonista de muchísimos spots en la radio, Grupo imagen está plagado de ellos, a la hora que prendes la radio, la Corte, habla de nuestros derechos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, también. Nos dicen que los tenemos y que las instituciones esas están ahí, para defendernos.

Para defendernos, mientras en ello no vaya ir en contra de las instituciones del segundo piso de la 4T, porque si es así, se hacen a un lado los defensores y solo simulan trabajar y acompañarnos en el proceso. Por cierto, los spots, al menos los de la CNDH, solo buscan adoctrinar, señalando que desde que llegó la 4T las cosas se compusieron, aunque eso no sea cierto.

Es increíble, entre otros, el derecho a la verdad es un derecho humano y que nos mienta el gobierno, ya es deporte en nuestro país, por aquello de los otros datos, pero, ¿Que nos mienta la Comisión Nacional de Derechos Humanos? ¿Eso como se llama? Se llama no tener vergüenza, se llama ser cínico y descarado.

Vea Usted. El spot más repetido en la radio, de la CNDH dice algo más o menos así:

“-Dicen que la CNDH no sirve para nada, y tienen razón -dice el spot y continúa- así era hasta diciembre de 2018- “.

En esa fecha entró la 4T y con ella Rosario Piedra, que, si algo ha sabido hacer, es hacer nada. Ante los 2 millones de víctimas de la pandemia, asesinatos y desapariciones forzadas, ha guardado un complaciente silencio; ante las reiteradas mentiras del gobierno, se ha quedado como su apellido, inmóvil, hecha una piedra; ante la desaparición de los órganos autónomos, garantes de los derechos humanos, se ha quedado muda y convenencieramente, fue cómplice de la mayoría morenista en el senado, cuando pisotearon los derechos de quienes pretendieron sustituirla en el cargo.

Los derechos humanos en México se han ido desvaneciendo, no tenemos quien nos ayude en el tema. Se agotan las instituciones, (estamos en espera de cuando se agotará la paciencia). La Constitución está pisoteada, ultrajada, y quien se decía su defensora, la Corte, ya no existe, ahora hasta los órganos menores, sus dependientes, le pretenden dictar órdenes. La presidenta de México, con mucha soberbia ignora a la corte, pretendiendo decirle a Trump quizá, que con ella no se meta, que ella es omnipotente. ¿Y Nosotros? ¿Dónde queda nuestro derecho?

Ahora, a partir del 3 de diciembre de 2024, hasta los animales parecen tener más derechos que nosotros los humanos, al entrar en vigor reformas y adiciones a los artículos 3°, 4° y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de Protección y Cuidado Animal. Ordena la constitución la inclusión de la protección animal en planes educativos, la prohibición del maltrato animal y establece como facultad del Congreso de la Unión, legislar en materia de protección animal.

No digo que esté mal, solo señalo que mientras los derechos humanos van para abajo, al desmantelar las instituciones que los garantizaban y matar al poder que los defendía, los derechos de los animales van para arriba. Todo esto, ante la muda complacencia de la señora Piedra.

En Colima, sucede lo mismo, parece que no hay titular en la comisión estatal, el recientemente nombrado, solo ha aparecido en público como integrante de uno de los comités para seleccionar los nombres de quienes pretenden contender por judicaturas y magistraturas locales y ante los arteros crímenes que recientemente han ocurrido, ya en su período, se ha quedado mudo. Por cierto, fue un muy aguerrido defensor de la reforma judicial.

¿Que nos espera? ¿Seremos testigos de la aparición de la comisiones nacional y estatal de los derechos de los animales? Estemos pendientes.

Nos vemos pronto, bajo el sol