Tras el éxito de los smartphones y las tabletas, la industria tecnológica busca nuevas oportunidades de negocio. Los relojes inteligentes se perfilan como el próximo gadget de moda dentro de lo que se ha bautizado como wearable computing, es decir, dispositivos informáticos que pueden integrarse en la ropa o en complementos.
La batalla ha comenzado este año, con apuestas de grandes jugadores como Samsung, que se ha sumado a un mercado en el que ya competían compañías como Sony y Pebble. Todo un acierto para la marca surcoreana, pese a las limitaciones técnicas de su primer smartwatch: desde el lanzamiento del Samsung Galaxy Gear, se han vendido más de 800.000 unidades en el mundo.
La última firma en sumarse a esta moda tecnológica ha sido Qualcomm, señaló el sitio Expansion.com.Todos los analistas esperan que la oferta aumente considerablemente en 2014. Se prevé que Apple compita con su propio reloj inteligente, un proyecto en el que trabaja desde hace tiempo con un equipo de un centenar de personas. Asimismo, tanto Microsoft como Google están desarrollando alternativas.
Los smartwatches ofrecen en formato pulsera algunas de las características propias de los móviles de última generación, aunque les queda mucho recorrido por delante.
Conectar en movimientoPara dar cuenta de este boom, sirve poner como ejemplo a España, donde más del 65% de los ciudadanos de ese país anda o pasea para mejorar su forma su física. Un poco más fuerte, entrenan el 23,6% de los hombres, que juegan al fútbol por lo menos una vez a la semana. En el caso de las mujeres, es la natación el deporte que encabeza el ránking por número practicantes, según un estudio elaborado por Havas Sport & Entertainment. Mountain bike, running y senderismo son las siguientes disciplinas con más adeptos.
Los nuevos gadgets relacionados con el deporte siguen esta tendencia y hacen especial énfasis en ampliar la oferta de aparatos que, además de hacer mediciones relacionadas con la distancia (GPS, punteros, etcétera), incluyen aplicaciones relacionadas con la salud (desde los que cuentan las calorías consumidas hasta los que miden el ritmo cardíaco).
Más ejemplos de cómo la tecnología puede ayudar a mejorar el rendimiento deportivo se encuentran en la oferta de los grandes fabricantes de equipamiento deportivo del mundo. Nike cuenta con su propuesta Nike+, que incluye numerosos productos conectables entre sí, desde ropa hasta sensores de rendimiento compatibles con smartphones.
Muy similar es la línea miCoach de Adidas, que encuentra en la aplicación para el smartphone su mejor exponente para medir y compartir con los contactos los datos de la actividad física que la persona realice.