“El libro es fascinante, porque aun como objeto puede ser bello o hasta mágico”, señaló Juan Diego Suárez Dávila, quien presentó en días pasados la conferencia Los libros y la vida de los libros, en el Museo Regional de Historia, como parte de las actividades que ofrece La Jornada del Libro Universitario Altexto 2010.
Suárez Dávila, quien es conocido por su labor de 30 años en la Universidad de Colima, ya sea en la docencia como en el área editorial, ofreció un interesante recorrido de su andar con los libros y la literatura, desde sus primeros acercamientos a través de obras que encontró en su casa materna, como la colección de Los libros de nuestros hijos, Vidas ejemplares, hasta la Biblia ilustrada por Doré.
Más adelante –dijo–, ya en su primera juventud, se dio cuenta de las grandes posibilidades del mundo literario más allá de un simple divertimento, cuando encontró casi por casualidad un volumen del Llano en llamas, del escritor Juan Rulfo, con el que se vio sorprendido sobre todo con el cuento Macario. Y es que –agregó– en la prosa de Rulfo pudo atisbar el lenguaje de nuestra región de una manera poética y sublimada.
Sobre el lazo de la Universidad de Colima con el aspecto editorial, el conferencista aseguró que los libros siempre han estado presentes, desde el despegue de nuestra máxima casa de estudios; “todos los rectores se han dado cuenta que es necesario su fomento y difusión”, agregó.
Al referirse particularmente al aspecto de las publicaciones en la U de C, dijo que la Jornada del libro universitario es una muestra de la promotoría que cotidianamente se realiza en torno al libro.
Sobre el libro como objeto de conocimiento, este apasionado de la lectura dijo que las definiciones abundan, pero de manera general se trata de un soporte que contiene un conjunto de productos mentales manifestados a través de la escritura.
Agregó que le parece inútil la discusión de si los libros van a desaparecer, ya que podrá cambiar el medio o el soporte, pero no el libro como concepto. Bien en arcilla como en la antigua Babilonia, en papiro como en la época de los faraones egipcios, en cuero con los Griego helénicos, en papel desde hace unos siglos hasta la actualidad o en los nuevos medios electrónicos, el libro es, fue y será un objeto hermoso y de inestimable valor para la difusión del conocimiento humano.
El también profesor fundador de la Facultad de Letras y Comunicación de esta casa de estudios, reconoció en la Divina Comedia de Dante Alighieri, Don Quijote de Miguel de Cervantes y Madame Bovary del francés Gustave Flaubert, obras de asombroso ingenio en las que destaca la transformación de sus personajes por la influencia y relación que tienen con los libros.
“De alguna manera –añadió–, los clásicos que he citado nos están dando cuenta de la importancia que tienen los libros, independientemente del soporte, para la cultura entendida en su sentido antropológico amplio y para la humanidad. Los libros dicen la vida y la orientan. Los grandes hombres, los que le han dado rumbo y destino a los seres humanos, primero fueron grandes lectores”.
Al final de la conferencia, la directora general de Publicaciones Guillermina Araiza, a nombre propio y de los compañeros que integran la dependencia a su cargo, presentaron un video en el que compañeros de trabajo y amigos expresan su agradecimiento y cariño a Juan Diego Suárez por su entrega a lo largo de 30 años de servicio en la institución. El video fue producido con apoyo del Centro Universitario de Video Didáctico y Televisión Educativa.
El homenajeado señaló en entrevista que su trayectoria en la Universidad de Colima le deja grandes satisfacciones, ya que es un privilegio compartir el conocimiento con gente joven y “darles ingredientes para que transformen su vida, que no lo hubieran hecho de haberse quedado sin estudiar”. Finalizó diciendo que “los libros son la vida y en ellos encuentras lo mejor de los seres humanos”.