Marisol Valles, ex jefa de la policía del municipio de Praxedis G. Guerrero, de tan solo 20 años, en el estado norteño de Chihuahua, admitió que cuando aceptó encargarse de la seguridad de una de las localidades más peligrosas de México no esperó “que las cosas se pusieran así de feas”.
“Ellos (los delincuentes) amenazaron con matarme, a mi familia, a mi bebé”, dijo Valles en una entrevista con la cadena estadounidense ABC News. No precisó qué organización criminal emitió las amenazas.
La mujer de sólo 20 años asumió en octubre de 2010 el mando de la policía Praxedis G. Guerrero, luego de que ningún hombre aceptara el puesto.
La localidad, ubicada en el Valle de Juárez, es conocida por la actividad de violentos grupos del crimen organizado como los cárteles del narcotráfico de Sinaloa y de Juárez.
A principios de marzo pasado, el ayuntamiento de Praxedis G. Guerrero reportó que Valles había dejado de presentarse a trabajar y la cesó por ausencia laboral. Después se dio a conocer que había huido a Texas, en Estados Unidos, para solicitar asilo político por las amenazas en su contra.
“Yo estaba siempre asustada, ni siquiera podía dormir”, dijo a ABC News, en la primera entrevista que concede desde que abandonó México.
“Quiero tranquilidad para mi familia. (…) Nunca esperé que las cosas se pusieran así de feas, quizá era demasiado ingenua”, declaró quien fue considerada la mujer más valiente del país.
La revista Newsweek colocó a Valles en su lista de las 150 mujeres que han sacudido al mundo, publicada en marzo pasado.
“El miedo siempre va a estar ahí; sigo teniendo miedo, pero mientras sigamos respirando podemos soñar con un mundo mejor”, dijo.
Aquejada por el llanto, afirmó que su mensaje para los mexicanos es que “luchen por sus hijos y por sus vidas”.
Valles, estudiante de criminología, aún espera que se resuelva su petición de asilo político. Como ella, muchas otras personas han huido del norte de México por la violencia en la zona.
Tan sólo en Ciudad Juárez, otra localidad fronteriza chihuahuense, fueron asesinadas más de 3,100 personas durante 2010, la cifra más alta de la que se tiene registro.
En diciembre de 2006, al asumir el poder, el presidente Felipe Calderón lanzó una serie de operativos contra la delincuencia en varios estados del país.
Los críticos de la estrategia oficial argumentan que ésta sólo ha incrementado la violencia y las violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad, aunque el gobierno afirma que ha tenido éxitos.