ESPUMA DE MAR
Por: Mariana Lizette PÉREZ OCHOA
Es oficialmente el fin de la era Trudeau quien fue Primer Ministro de Canadá por casi 10 años como líder del partido liberal. Ahora Mark Carney tomó juramento, ocupando este relevante puesto político.
Durante casi una década, Trudeau lideró el país con un enfoque progresista, pero su gobierno se vio empañado por críticas sobre su manejo de temas como la economía, el cambio climático y las relaciones exteriores, especialmente con Estados Unidos. La salida de Trudeau deja un vacío en la dirección del partido, que ahora enfrenta desafíos internos sobre la dirección futura y su capacidad para mantener la unidad política.
Mark Carney juró el pasado viernes 14 de marzo como nuevo primer ministro de Canadá, por lo menos hasta octubre, que son las elecciones generales para elegir a los miembros de la Cámara de los Comunes.
Si bien Mark Carney, a sus 59 años, carece de experiencia en cargos políticos de elección, sus largos años en la gestión de crisis económicas internacionales se han convertido en su mayor ventaja, especialmente en la situación actual con su vecino al sur.
Anteriormente ocupó cargos como gobernador del Banco de Canadá, el banco central del país, y del Banco de Inglaterra, y ayudó a ambos países a superar importantes crisis financieras. En estos puestos se destacó por a Canadá a evitar los peores efectos de la crisis financiera que comenzó en 2007. Además, también fue presidente del Consejo de Estabilidad Financiera del G20.
Como sabemos, Carney empieza este puesto en medio de un escenario muy complejo y caótico, principalmente en términos económicos, entre las ofertas comerciales de China y la situación arancelaria con Estados Unidos. Es por eso que su perfil se ajusta con las necesidades actuales del país.
A pesar de llevar sólo unos días, ya ha realizado modificaciones nacionales. Puso fin al programa de fijación de precios del carbono al consumidor, una política ambiental clave bajo el gobierno de Trudeau que se había vuelto profundamente impopular en los últimos años en medio de una alta inflación. Los conservadores han criticado el impuesto, diciendo que aumenta el precio de los bienes y la energía para las familias canadienses
Contrario a esta acción contraproducente, Carney afirmó que su gobierno seguirá tomando medidas para combatir la crisis climática, considerando que los emisores principales seguirán pagando el impuesto.
Canadá se encuentra en un periodo de inestabilidad económica, política y social, por lo que es relevante la decisión tomada por este nuevo líder, quien se encuentra con un enorme peso en sus hombros para lograr negociar de manera efectiva un mejor ambiente para los canadienses, y el futuro del país.