Nueva York.- Se calcula que el día de Año Nuevo nacieron 392 mil 78 bebés en todo el mundo, informó Henrietta Fore, Directora Ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF).
“El comienzo de un nuevo año y de una nueva década nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre nuestras esperanzas y aspiraciones, no sólo para nuestro futuro, sino también para el futuro de los que vienen después de nosotros”.
Unicef previó que el primer bebé de 2020 naciera en Fiji, en el Pacífico; y el último, en los Estados Unidos. A nivel mundial, se estima que más de la mitad de estos nacimientos tuvieron lugar en los ocho países siguientes:
- India – 67 mil 385
- China – 46 mil 299
- Nigeria – 26 mil 39
- Pakistán – 16 mil 787
- Indonesia – 13 mil 20
- Estados Unidos – 10 mil 452
- República Democrática del Congo -10 mil 247
- Etiopía – 8 mil 493
Cada mes de enero, UNICEF rinde homenaje a los bebés que nacen el día de Año Nuevo, un día auspicioso para el nacimiento de un niño en todo el mundo.
Sin embargo, para millones de recién nacidos en todo el planeta, el día de su nacimiento es mucho menos auspicioso.
En 2018, 2.5 millones de recién nacidos murieron en su primer mes de vida; alrededor de un tercio de ellos en el primer día de vida. Entre esos niños, la mayoría murió por causas prevenibles, como el nacimiento prematuro, las complicaciones durante el parto y las infecciones como la sepsis. Además, más de 2.5 millones de bebés nacen muertos cada año.
Durante las últimas tres décadas, el mundo ha sido testigo de notables progresos en la supervivencia infantil, ya que se ha reducido a más de la mitad el número de niños que mueren en todo el mundo antes de cumplir cinco años.
Sin embargo, el progreso en el caso de los recién nacidos ha sido más lento. Los bebés que mueren durante el primer mes representaron el 47 por ciento de todas las muertes de niños menores de cinco años en 2018, un aumento con respecto al 40 por ciento en 1990.
La campaña de UNICEF Cada VIDA Cuenta hace un llamamiento para que se invierta en la capacitación y el equipamiento de los trabajadores sanitarios con los medicamentos apropiados para garantizar que todas las madres y los recién nacidos se encuentren en buenas manos cuando reciban atención, a fin de evitar y tratar las complicaciones que surgen durante el embarazo, el parto y el nacimiento.
“Demasiadas madres y recién nacidos no tienen la posibilidad de recibir atención de una partera o enfermera capacitada y equipada, y los resultados son devastadores”, dijo Fore. “Podemos garantizar que millones de bebés sobrevivan su primer día y vivan a lo largo de esta década y más allá si cada uno de ellos se encuentra en buenas manos a la hora de nacer”. BP