Agentes de seguridad mataron ayer a más de 60 personas en Siria, en medio de las numerosas manifestaciones que piden la dimisión del presidente Bashar al-Asaad, mientras Estados Unidos y la Unión Europea (UE) imponían nuevas sanciones contra el régimen.
Una fuente médica dijo a la agencia Reuters que 19 personas murieron cuando las tropas dispararon contra miles de ciudadanos de las poblaciones vecinas que trataban de entrar en la ciudad sureña de Daraa, en una muestra de solidaridad con los lugareños que hace seis semanas iniciaron las protestas.
El grupo de derechos humanos Sawasiah dijo tener los nombres de 62 muertos durante las protestas en Daraa, Rustun, Latakia, Homs y la población de Qadam, cerca de Damasco. El Observatorio sirio de los Derechos Humanos proporcionó una cifra similar.
El derramamiento de sangre se produjo en un nuevo “viernes de ira”, con manifestaciones por todo el país retando el despliegue militar, las detenciones masivas y la represión despiadada en el mayor desafío a los 48 años de gobierno del partido Baath.
“¡El pueblo quiere el derrocamiento del régimen!”, gritaron los manifestantes en el barrio de Saqba, en Damasco, según un testigo. La capital vivió la que ha sido su mayor protesta hasta la fecha, ya que se llegaron a congregar unas 10 mil personas que se dirigieron hacia la plaza Ummayad antes de ser dispersados por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos, según activistas.
En Daraa, la agencia estatal de noticias SANA dijo que un “grupo terrorista armado” mató a ocho soldados. Al-Assad envió tanques y tropas para aplastar la resistencia. Pero un testigo aseguró que las fuerzas sirias dispararon municiones reales contra miles de residentes que descendían hacia la sitiada ciudad.
En respuesta a la violencia ejercida por las fuerzas sirias, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, impuso ayer nuevas sanciones contra personalidades como el hermano de Al-Assad, al mando de las tropas en Daraa. Las sanciones también afectan a la agencia de inteligencia siria y a Atif Najib, primo de Al-Assad. Poco después de la decisión de Obama, diplomáticos de la UE dijeron haber llegado a un acuerdo para imponer sanciones al país árabe.
La primera de las medidas será la imposición sobre el país de un embargo de armas y de materiales utilizados para la represión. Además, los miembros del bloque van a revisar “todos los aspectos de su cooperación con las autoridades sirias”, según se explicó a través de un comunicado. Los programas de cooperación en vigor incluyen una partida de 129 millones de euros en el periodo 2011-2013 dedicados a apoyar reformas políticas y económicas y una cartera de inversiones por mil 300 millones de euros a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Por su parte, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) aprobó una resolución promovida por EU que condena la represión de las protestas en Siria y decide el envío de una misión de investigación al país árabe.
Con información del Universal
