La actriz y activista mexicana Angélica Aragón estuvo en la Universidad de Colima como parte del programa de fomento a la lectura “Crece Leyendo” y en el marco de la campaña institucional de prevención del cáncer de mama, “Prevenir es vivir, cuídate”, que coordina el Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (CEDEFU).
En su presentación, compartió un mensaje de autoestima para hombres y mujeres, de gusto por la lectura y de amor a las raíces mexicanas entre la comunidad universitaria que tuvo la oportunidad de escucharla.
En la presentación, hecha en un auditorio “Carlos de la Madrid Virgen” convertido en teatro, estuvieron presentes el rector de la Universidad de Colima, José Eduardo Hernández Nava y su esposa Alicia López de Hernández, presidenta del Voluntariado y directora del CEDEFU.
Allí, Angélica Aragón leyó en voz alta y clara cinco pasajes del libro Querido Diego te abraza Quiela, novela del género epistolar escrita por Elena Poniatowska y publicada por primera vez en 1978.
En esta novela se hacen públicas las cartas imaginarias que la primera esposa del muralista Diego Rivera, Angelina Beloff envió durante mucho tiempo de Francia a México, sin respuesta alguna, en la década de los años 20.
Con esta obra, la actriz tejió una cercanía con el público y pidió no caer nunca en una relación donde falte la autoestima como fue el caso, aseguró, de las mujeres de Diego Rivera. “Construyan su propia estructura de vida más allá de otra persona y nunca requieran de nadie, mucho menos de un hombre para ser ustedes mismas”, les dijo a las mujeres reunidas en el auditorio.
Y añadió: “Solamente cuando se encuentran dos seres completos en el terreno sentimental se puede construir una relación equitativa. Mientras exista una codependencia, un jefe o una jefa, no funcionará ninguna relación”.
Para Angélica Aragón, en la época actual tanto hombres como mujeres tienen que ceder de igual manera, “sin que ninguno se ponga de tapete para que caminen sobre él; ambos tienen que estar en un lugar común de encuentro”.
Ante funcionarios de la UdeC, damas voluntarias, personal del CEDEFU, profesores y estudiantes de las licenciaturas de Periodismo y Trabajo Social, Aragón pidió a los hombres tener la energía para comenzar a construir su masculinidad y definir entre todos qué quieren para ellos, para su género.
Sobre el fomento a la lectura, Angélica Aragón aseguró que los libros abren una ventana al pasado, presente y futuro, “nos permiten vivir intensamente desde este lugar donde estamos sin necesidad de trasladarnos a ningún otro”.
También compartió con los presentes las numerosas actividades que ha apoyado por convicción personal, entre ellas a las comunidades de mujeres víctimas de abuso sexual, en programas de fomento a la lectura del INBA, en talleres de teatro realizados en Mazatlán, en el Laboratorio de Teatro Campesino de Tabasco y en trabajo con comunidades indígenas del país como los chontales, mayos, mayas y seris.
Destacó su acercamiento con el investigador del Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México, Noboru Takeuchi, quien ha escrito y editado 22 libros de ciencia para niños, 15 de ellos en lenguas indígenas. Confesó que de manera personal ella prefiere leer ensayos científicos que literatura, porque le apasionan la tecnología, sus avances y los hallazgos de los investigadores.
Fomentar el interés sobre temas científicos en los niños de nuestro país, concluyó, “es la mejor forma de mejorar México, más aún cuando hay datos de que los niños están disminuyendo su aprovechamiento escolar”.
Al término de la presentación, el rector José Eduardo Hernández Nava le entregó a la actriz la medalla conmemorativa del 75 aniversario de la Universidad de Colima, así como un texto editado por esta casa de estudio para divulgar historias de grupos indígenas del país en español y en su lengua original, para niños y niñas.
Hernández Nava comentó también que la lectura hecha por Angélica Aragón es una de las actividades que la Universidad de Colima realiza este mes para prevenir el cáncer y como parte esencial del Programa Institucional de Calidad de Vida.