En Europa se puso en marcha un estudio farmacológico con humanos que podría resultar pionero, especialmente si logra demostrar que cierto medicamento para la tensión arterial es capaz de hacer más lento -o incluso detener- la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
Este es el último de una serie de estudios financiados con fondos europeos que se están dando a conocer para conmemorar el Mes Europeo del Cerebro.
El Alzheimer, la forma más común de demencia, afecta negativamente la memoria, el pensamiento y la conducta. Existe cerca de un centenar de tipos de demencia, pero el Alzheimer afecta al 62 por ciento de los casos, concretamente a más de 15 millones de personas a nivel mundial.
Y por eso mismo constituye una de las enfermedades más costosas para la sociedad.
El incremento de su incidencia se atribuye a los avances logrados en los ámbitos de la salud pública y la atención médica, que han permitido que la gente alcance edades mucho más longevas.
De hecho, una de cada 25 personas de entre 70 y 79 años de edad padece alguna forma de demencia, porcentaje que se eleva a 1 de cada 6 personas entre los mayores de 80 años.
El ensayo médico
El fármaco en cuestión, la nilvadipina, ya está aprobada para el uso humano contra enfermedades cardiovasculares. Además se ha realizado un ensayo en fase piloto que ha demostrado que podría ser seguro para el tratamiento del Alzheimer.
En palabras de uno de los investigadores: «Intentamos averiguar si modifica la velocidad de progresión de la enfermedad. Los ensayos con animales arrojaron resultados prometedores. Un ensayo piloto anterior ofreció también indicios de eficacia».
En el estudio participarán pacientes de ambos sexos de entre cincuenta y noventa años de edad con Alzheimer en estadio leve o moderado. Se espera que este ensayo logre sus objetivos y que la nilvadipina represente un avance en el tratamiento.
Con información de NeoMundo