México.- A un año de su reactivación, Mexicana de Aviación, la histórica aerolínea mexicana ahora en manos del gobierno, enfrenta turbulencias que ponen en duda su futuro.

Con solo dos aviones en operación y nueve rutas disponibles, la empresa se encuentra en el centro de la controversia debido a sus problemas financieros y su dependencia del presupuesto público.

En una nota publicada por TV Azteca, la televisora señala que el gobierno federal adquirió Mexicana de Aviación en 2023, invirtiendo 815 millones de pesos para su relanzamiento.

Sin embargo, en sus primeros nueve meses de operación, la aerolínea ya acumula pérdidas por más de 932 millones de pesos, superando el monto inicial de la compra.

Especialistas como Pablo Casas Lías, director del Instituto de Investigación Jurídico-Aeronáuticas, hizo ante la televisora, cuestionamientos directos al modelo financiero del proyecto.

«La nueva Mexicana no paga absolutamente nada porque está subsidiada por el gobierno; realmente la pagamos los mexicanos con nuestros impuestos», señaló.

En contraste con otras aerolíneas que transportan millones de pasajeros anualmente, Mexicana apenas logró movilizar a 98 mil personas en cinco meses. Mientras tanto, el gobierno ha prometido inyectar más de 20 mil millones de pesos adicionales, alimentando las críticas sobre la sostenibilidad de este modelo.

Para muchos, la aerolínea se perfila como un fracaso anunciado, dejando a la opinión pública con una pregunta inquietante: ¿debería seguirse invirtiendo en un proyecto que opera con números rojos y cuya viabilidad parece cada vez más lejana?

Con estos resultados, Mexicana enfrenta un reto monumental para demostrar que puede mantenerse en el aire sin seguir siendo una carga para los contribuyentes.

 

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