Los insectos han formado parte de nuestra alimentación desde la época prehispánica. Lo anterior fue documentado en el Códice Florentino, escrito por Fray Bernardino de Sahagún, donde se describen 96 especies de insectos comestibles en ese entonces. En la actualidad, México cuenta con 549 especies comestibles y es uno de los países más ricos en insectos.
Existen aproximadamente mil 681 especies de insectos en todo el mundo que son aptos para la alimentación, esto significa que nuestro país cuenta con casi una tercera parte de ellos.
Estos son una fuente alimenticia altamente nutritiva y saludable, poseen un alto contenido de grasas, proteínas, vitaminas, fibras y minerales e incluso resultan ser mejor que la carne de res, puerco y pollo.
Dentro de la República Mexicana, los estados del sur, centro y sureste son los principales productores y consumidores de insectos. Algunos ejemplos de son los pulgones, escarabajos, mariposas, moscas, chapulines, gusanos de maguey, jumiles y escamoles; cabe destacar que algunos de estos insectos son considerados como exóticos.
Su consumo, lejos de ser considerado como un alimento de último recurso, se da por gusto, tradición, por su abundancia y porque la gente los califica como limpios, sabrosos y nutritivos.
¿Sabías que…?
En México se consume el ahuatle, es decir, el huevo de la chinche de agua conocida como axayácatl. BP