México violento
Por: Carlos AGUIRRE
Lo que va de diciembre de este 2024, se ha distinguido por distintos eventos que se han vivido en nuestro país, particularmente en Sinaloa, específicamente en la capital, Culiacán. Ha sido una semana espectacular.
Uno de los protagonistas principales ha sido sin duda el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfush y desde luego, el propio gobernador de la muy afectada entidad, Rubén Rocha Moya.
Ambos han tenido una cosa en común, desestimar lo grave de los eventos que suceden a diario en la entidad.
La madrugada del martes 3 del presente, muchos habitantes de la capital sinaloense despertaron con un tremendo estruendo, del cual se desprendió una densa columna de humo, sin duda señal de una explosión. La duda se apoderó de todos, no el pánico, ese ya es cotidiano, la pregunta en el ambiente era ¿Ahora que fue? ¿Qué provocó tremendo ruido?
Más temprano que tarde y sin mediar peritaje alguno, dado que materialmente es imposible hacerlo en el poco tiempo que transcurrió entre el evento y la declaración del secretario federal, que fueron menos de 12 horas, quizá alrededor de unas 8 a 10. Para esto, el rumor y el comentario generalizado era en el sentido que se trató de un coche bomba, característico de un acto terrorista.
¿Un acto terrorista? ¡Imposible! En México no puede suceder eso, no podemos -seguramente pensó el gabinete federal de seguridad- dar lugar a que Estados Unidos y el mundo tengan bases para pensar mal de nuestro país, tan cuestionado por Trump, principalmente. De modo que la declaración oficial de Harfush fue que, no fue un coche bomba, y que el estruendo, no explosión, si bien fue un automóvil que detonó por una carga explosiva, esta se accionó desde un dron. Palabras más, palabras menos, se aclaró que no se trató de un coche bomba, sino de un evento provocado por un dron.
El gobernador Rocha dijo, por su parte, que fue un petardo, ni una cosa ni la otra y coincidiendo con Harfush, aclaró que no fue en Culiacán, sino en un ejido que, si bien está en el municipio, no está en la mancha urbana, sino cerca.
Otro vocero estatal, vino a cerrar el círculo de contradicciones afirmando, de acuerdo a su experiencia, aclaró, que la explosión fue porque un proyectil hizo explotar el tanque de combustible de un automóvil.
Dos versiones se parecen, en cuanto a que un objeto externo generó la explosión, pero son muy distintas entre sí, ¿Por qué? Se me ocurre que, por una de dos razones, porque los tres estaban inventando, o bien, porque no hay coordinación entre ellos.
Esto es preocupante porque uno de los 4 ejes de la estrategia de seguridad nacional presentando por la presidencia de la república a través de García Harfush, plantea como fundamental, la coordinación en materia de seguridad entre los tres niveles de gobierno, lo cual parece que no se está dando.
Mientras eso no sucede, la entidad y mucho del resto del país, está a la deriva y la delincuencia organizada está tomando el control, al menos está demostrando su capacidad de acción, para mal de muchos; el sector empresarial de Sinaloa lo ha dejado claro en todos los medios a su alcance, dando a conocer la magnitud del daño económico y la consecuente pérdida de empleos. Hasta las bandas de música y los negocios de comida se han manifestado, ante la indiferencia del gobernador Rocha que dice que son muy exagerados.
En el mismo sentido, el gobernador se ha manifestado contra los medios de comunicación que dan a conocer los hechos violentos que suceden en la entidad, dice que son alarmistas. ¡Claro! Ni él, ni García Harfush se alarman, porque tienen quien los proteja, como es conocido.
Otro evento de singular importancia fue el gran decomiso de fentanilo y otras drogas, precisamente en Sinaloa, esto en Guasave y en Los Mochis. Se habla de que la droga decomisada tendría un valor en el mercado de 440 millones de dólares, una tonelada de pastillas, dicen, que podrían equivaler a 20 millones de dosis. Además de la droga, textualmente dice el medio “El debate”, que “Este decomiso histórico…, incluye la incautación de … precursores y equipo industrial utilizado para la producción de esta droga sintética, altamente adictiva y letal.”
Por si fuera poco, de manera simultánea, entre el lunes 2 y el miércoles 3 de diciembre trascendió en medios norteamericanos que los cárteles de la droga mexicanos están contratando estudiantes y pasantes de química precisamente para producir fentanilo. ¿México productor de fentanilo?
López Obrador se cansó de afirmar que México no producía fentanilo, y que su gobierno no lo iba a permitir jamás, que venía de China. ¿Todos los decomisos en el obradorato, de precursores químicos para producirlo, fueron ciertos, o no? Porque si el presidente decía que todo venía de China. ¿Entonces para que eran los precursores? ¿El presidente mentía? ¿Si no mintió, en solo 2 meses de este sexenio, los cárteles pensaron que las condiciones estaban dadas para ahora sí producirlo en nuestro país? ¿Qué raro, no?
Creo que hay varias preguntas sin respuesta. Estemos pendientes.