Michoacán.- El cuerpo de Antonio Zambrano Montes, migrante asesinado en febrero pasado por policías de Pasco, en Estados Unidos, llegó a las 4:30 horas de este viernes a Pómaro, comunidad indígena del municipio de Aquila, Michoacán, para ser enterrado.
En esta zona de Michoacán, una de las más marginadas de esta entidad, no hay cementerios en todas las comunidades, por eso acudieron a Pómaro que es el lugar más cercano al Rancho La Parotita, lugar de origen de Antonio.
En el auditorio del lugar, improvisado como sala de velación, familiares y amigos del joven de 35 años de edad se reunieron para llorar por su muerte y exigir justicia de parte de las autoridades estadounidenses, así como apoyo del gobierno mexicano.
Agapita Montes Rivera, madre de Antonio, está segura de que la forma en que murió su hijo en manos de policías norteamericanos merece ser castigada.
«No nomás yo digo, también la gente dice que estuvo muy mal lo que hicieron, porque después de que levanta las manos no tuvieron compasión de él, que miedo tenían? lo mataron como si hubiera sido una persona muy mala».
El pasado 10 de febrero, Zambrano Montes fue captado en un video cuando supuestamente amenazaba con piedras a automovilistas y policías de Pasco, Washington.
En la grabación también se observa que los policías estadounidenses persiguieron y balearon al mexicano cuando ya estaba rendido y se encontraba desarmado.
Las remesas que enviaba Antonio, el tercero de 16 hijos, producto de su labor como jornalero agrícola, eran el sustento de su familia, por lo que la hermana de Agapita Montes solicita ayuda permanente para ella.
«Aquí somos pobres, aquí no tenemos de donde agarrar, aquí no hay trabajo, pido que sigan apoyamos a mi hermana hasta el día de su muerte, en sus necesidades y enfermedad».
El padre de Antonio, J. Jesús Zambrano, recuerda que su hijo se fue hace 10 años a Estados Unidos con el objetivo de trabajar para poder ayudar a su familia, y que el 30 de enero, once días antes de su muerte, tuvo la oportunidad de hablar con él por ultima vez.
«Hablamos por teléfono, le dije que era un amigo, para ver si me conocía, y él se rió por dentro, porque sí reconoció mi voz».
La misa católica por la muerte de Antonio Zambrano será mañana 7 de marzo a las 11:00 horas y posteriormente será enterrado en Pómaro.
La repatriación de los restos de Zambrano estaba prevista el 27 de febrero, pero se canceló porque a solicitud de la familia, por recomendación de sus abogados, se realizó una nueva necropsia para determinar el número de impactos de bala que recibió el migrante.
«Gracias a Dios ya está aquí que es lo que quería yo, el retraso fue porque querían investigaciones de lo que pasó, que era muy duro, porque en tanto tiempo una cosa de esas no la habían visto… Yo lo que quiero es que se haga justicia».
En Pómaro, como en muchas otras comunidades de México, la pobreza es evidente y, más allá del campo, no hay oportunidades laborales, por lo que la migración es algo cotidiano: comparten el sueño americano.
El gobierno mexicano solicitó el lunes al Departamento de Justicia de Estados Unidos investigar los asesinato de tres connacionales, que han sucedido en menos de un mes, a manos de policías norteamericanos.
Estos tres mexicanos murieron en los estados de Texas, Washington y California. El viernes pasado, Ernesto Javier Canepa falleció por haber recibido diversos disparos de elementos del Departamento de la Policía de Santa Ana, California.
Un mexicano más que regresará a nuestro país en un cajón de muerto.
Foto: AFmedios / Noé Máximo
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