MANZANILLO.- Por su perfil turístico Manzanillo suele ser punto de reunión de extranjeros aunque pocas veces como ahora, con una oleada de migrantes permitida por las autoridades federales, donde docenas se concentran en la desazón e incertidumbre, múltiples razas en un solo sitio, cerca del Instituto Nacional de Migración en San Pedrito, a la espera de la ayuda humanitaria prometida.
Decenas de migrantes deambulan desde principios de semana en esa espera que parece interminable ya con el apremio del hambre, la soledad y la lejanía con su lugar de origen.
Concentrados en los alrededores de la colonia Burócrata, sin saber qué hacer, conviven sin distingos hombres, mujeres, adultos y niños de diferentes nacionalidades, con idiomas (y hasta dialectos) diversos.
Álvaro Alexander «N» refiere ante AFmedios que salió desde hace 5 meses de Usulután, El Salvador, buscando mejorar no solo sus condiciones de vida para él sino también para su esposa e hijo que viene en camino.
Detalló que les tomó 3 días para acceder, vía carretera con el apoyo de las autoridades colimenses, al puerto colimense desde Tapachula, Chiapas situación que le hizo experimentar una sensación de esperanza.
«Uno sale de su país huyendo de la delincuencia, buscando un mejor futuro para la familia… quiero ir a Estados Unidos pero si aquí encuentro trabajo está bien, estoy agradecido con Manzanillo porque nos han atendido de maravilla».
Relató que han encontrado en esta ciudad actos solidarios de sus moradores, quienes les han facilitado alimentos y palabras de aliento.
«Pero hace algunos días que no me baño, porque no tengo donde, no hay techo donde dormir… apenas obtuve mi trámite en migración y me pidieron que desalojara de inmediato».
Pese a las muestras de apoyo de la población Álvaro «N» se dijo apesadumbrado por no saber qué pueda suceder mañana o cómo le hará para llevar el sustento a su familia.
«Ojalá las autoridades nos puedan ayudar, no que nos mantengan, sino que nos permitan trabajar, ganar lo nuestro para darle a mi mujer lo básico».
Samamtha N, de origen haitiano, narró sin sobresaltos su experiencia al dejar su país de origen hace 4 años, periplo que sin imaginarlo le ha llevado a estar en 4 naciones diferentes.
Hablando un español fluido, gracias a su estancia en Chile, Samantha clamó por más ayuda ya sea para permanecer en la entidad, para dirigirse al norte o llegar a la Unión Americana.
«Yo cuando salí de Haití no imagine todo esto, no nos han tratado mal, pero queremos tener algo seguro… yo sueño con ser doctora pero primero quiero que mi familia se estabilice».
Asimismo expuso que más migrantes vienen en camino.
En esta caravana, según constató AFmedios, vienen haitianos, centroamericanos, cubanos, venezolanos y brasileños, entre otros.
Derechos Reservados AF