Guachinango, Jalisco.- Este lunes por la tarde, sujetos armados emboscaron a un camión de militares en los arcos de ingreso a la cabecera municipal de Guachinango, lo que desató una balacera que dejó cuatro soldados muertos, dos más heridos, así como delincuentes heridos y muertos.
El tiroteo ocurrió a las 16:30 horas en los arcos de ingreso a dicha localidad, a la altura del kilómetro 39 de la carretera Ameca-Mascota.
Al menos ocho vehículos que transitaban en sentido de Ameca a Guachinango, llegaron a los arcos y se estacionaron al pie de la carretera; más de 30 sujetos con gorras y armados con fusiles de asalto y granadas, descendieron de los automotores para esperar a sus víctimas.
«Unos se bajaron a orinar a un lado de la carretera y como a los cinco minutos comenzó la balacera; mi familia y yo nos protegimos detrás del carro», relató una persona que quedó a unos metros arreglando su coche debido a que había sufrido una descompostura.
Cinco minutos después elementos castrenses se aproximaban a los arcos, procedentes de la cabecera municipal en un camión Mercedez Benz; justo al llegar a los arcos los agresores, a bordo de una camioneta pick up blanca doble cabina, chocó de frente contra el camión con seis militares, y bajaron de la camioneta.
Los demás gatilleros abrieron fuego contra los soldados, quienes trataron de repeler la agresión al tiempo que pedían ayuda.
Los delincuentes detonaron dos granadas y el camión militar así como la camioneta se incendiaron: tres militares murieron calcinados, dos en la caja del camión y uno debajo de las llantas, en donde había tratado de refugiarse. El cuarto militar fue localizado sin vida en un barranco, a un costado de la carpeta asfáltica. En el intercambio de balas, varios agresores resultaron lesionados y al menos uno de ellos murió.
«No agachamos y ya no vimos, pero alcanzamos a escuchar que dijeron ‘súbelos y vámonos», detalló el automovilista.
Esparcidos alrededor de uno 30 metros quedaron cuatro gorras negras, al menos 10 cargadores y poco más de 100 casquillos percutidos para fusiles de asalto.
Pese a que militares y elementos de Fuerza Única realizaron un operativo de búsqueda por tierra y aire, no lograron localizar a los pistoleros. Los cuerpos de los militares fueron llevados al Semefo de Guadalajara donde serían entregarlos a sus familiares.
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