Ya sea por ansias, costumbre, relajamiento o simple gusto, todos en alguna ocasión nos hemos tronado los dedos de las manos y escuchado un “crack” seguido de un amigo, madre o abuela decirnos que eso nos va a lastimar y/o deformar los dedos, que incluso llegar a causar artritis. Pero en realidad el peculiar no es nada mas ni nada menos que burbujas de aire.
Hay una buena noticia para todos aquellos que disfrutan de esta común actividad, no causa ningún tipo de daño e incluso tiene efectos terapéuticos.
Un estudio del doctor Raymond Brodeur, publicado en el periódico de las Terapias Manipulativas y Sicológicas (Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics) reveló que en realidad lo que escuchamos son burbujas de aire que se acumulan alrededor del fluido dentro de las coyunturas y articulaciones.
Es por eso que tienen que pasar aproximadamente 20 minutos en lo que las burbujas se vuelven a crear y enserar en las coyunturas.
En el estudio en el cual se examino a 300 personas que realizaran esta actividad con frecuencia, para encontrar algún tipo de daño en las articulaciones.
Sorprendentemente los resultados revelaron que no existía ninguna conexión entre tronarse los dedos y la artritis, pero si se encontró rastros de daño en el tejido blando de los dedos, las capsulas de las articulaciones y una disminución de la fuerza de agarre, pero debido a la acción rápida, desmedida y muy fuerte en lo que lo hacían algunos, ya que no todos lo presentaron.
En el lado positivo es que la movilidad de las coyunturas y articulaciones aumenta después de reventar estas, sirve para relajar nervios varios nervios que cruzan por el cuerpo además de dar una liberar el estrés que se acumula en esas zonas.
Con información tomada de agencias