La lucha por el poder político local
Por: Florencio Llamas Acosta
La lucha por el poder en el nivel municipal es cada vez más competida y con mayor interés de los partidos en registrar planillas, generando mayor efervescencia y participación en los ciudadanos.
Sin embargo en lo que va de esta primer semana del proceso electoral del 2015, se observa la misma tendencia a privilegiar y poner como centro de atención la figura del candidato o candidata a presidente o presidenta, subestimando e ignorando al resto de los que integran la formula que compite. Basta solo observar la propaganda política que baña el territorio colimense y en la que solo se promueve la imagen de quien va a la cabeza de la planilla al cabildo y no en la planilla completa.
Esta cultura política del mexicano y en particular del colimense el ejercicio del poder se concibe de forma unipersonal en el ámbito municipal, mismo que contrasta con las estructuras políticas legales y formales de cómo se ejerce el gobierno en un municipio. Al respecto, la Ley del Municipio Libre del Estado de Colima establece en el artículo 2° que “El Municipio Libre es una institución de orden público, base de la división territorial y de la organización política y administrativa del Estado, constituido por una comunidad de personas, establecida en un territorio determinado, cuya finalidad consiste en promover la gestión de sus intereses, proteger y fomentar los valores de la convivencia local y prestar los servicios básicos que ésta requiera. Estará dotado de personalidad jurídica y patrimonio propios, autónomo en su régimen interno y con libre administración de su hacienda.”
¿Y cómo se organizan? Para darle orden y dirección se elige a un ayuntamiento, es decir, a un cuerpo colegiado integrado por grupo de ciudadanos cuyo número depende del tamaño de la población, cuyo voto tiene el mismo peso y es su responsabilidad es tomar las decisiones por mayoría según convengan a la colectividad. Ello está plasmado el artículo 3° que especifica que “Cada municipio será gobernado y administrado por un ayuntamiento cuyos miembros se elegirán por sufragio universal, libre, secreto y directo, mediante los principios de mayoría relativa y de representación proporcional, de conformidad con la Constitución Política estatal y el Código Electoral y no habrá autoridad intermedia alguna entre éste y el gobierno del Estado.”
En este sentido, no se vota para tener un presidente o presidenta municipal que nos gobierne, sino a un grupo de ciudadanos que representen los intereses de la comunidad para que en de forma colectiva analicen, discutan, y aprueben al interior del cabildo lo que sea mejor convenga para el alcance de las necesidades y bienestar de la población. Cabe aclarar que el voto del alcalde tiene el mismo valor que el resto de los munícipes, y que de acuerdo al artículo 47 el “presidente municipal es el ejecutor de las determinaciones del cabildo”, para ello tiene sus respectivas facultades y responsabilidades, por lo tanto no es el presidente el que manda, sino el que es mandado por el cabildo y para cristalizar los acuerdos de cabildo cuenta con una estructura administrativa con la que opera.
Por eso, afirmamos que en los 10 municipios del estado de Colima, no gobierna una persona sino un cuerpo colegiado y el próximo 7 de junio no votaremos por un candidato a alcalde sino por una planilla que será la que nos gobierne junto con las demás fuerzas políticas que alcancen los votos suficientes para tener representación en el cabildo.
Por eso, ahora que han iniciado las campañas no solo analices y evalúes al candidato a presidente sino de toda la planilla, ve sus perfiles, su sentido de responsabilidad, su honestidad y vocación de servicio, y una vez hecho el análisis integral decide tu voto, ¿O usted como lo piensa?
