“Para que la ciencia en México tenga un claro y real desarrollo, se requiere que haya una necesidad y después modificar el sistema educativo”, dijo el físico Jorge Alberto López Gallardo, profesor-investigador de la Universidad de Texas en El Paso, quien recientemente visitó la Universidad de Colima para impartir una conferencia.
Nacido en México y con la oportunidad de estudiar en El Paso, Texas, López Gallardo se dio cuenta de las diferencias en la educación de ambos países y señaló que los políticos, los que hacen las leyes, “no entienden de ciencia, ya que la gran mayoría son egresados de Ciencias Políticas, Humanidades y Leyes, carreras a las que se van porque le tienen miedo a la ciencia; no quieren saber nada de ésta, por eso, mi propuesta es incluirles un año de ciencia general para que la entiendan”.
Parte del problema, explicó, “consiste en que la universidad no se ve como un ente generador de conocimiento sino como repetidor del mismo. Es decir, todos conocemos a los maestros que no están capacitados para dar la clase, pero saben seguir el libro, lo repiten y se acabó. Hay una gran diferencia entre la clase de un científico que produce conocimiento y la clase de profesor que nada más está entendido en la materia”.
Asimismo, afirmó que en Estados Unidos la ciencia es parte de la producción industrial, mientras que en México toda la industria es materia prima para otros países. Esto significa, dijo, que “no hay un televisor mexicano ni hay quien produzca una computadora mexicana, sólo hay quien ensambla lo que se produce en otros países.
Lo anterior se debe, comentó, a que “los millonarios que son dueños de México tienen una manera fácil de ganarse la vida y no se meten en líos tratando de competir a nivel internacional, sacando productos como automóviles, bicicletas o cosas de ese tipo. Por el contrario, en Estados Unidos se vive de la innovación, igual que en otros países como Corea y Japón; y la innovación necesita de la investigación y de la ciencia; entonces hay una inversión muy grande en la cual entran las universidades”.
Gracias a su experiencia de vida académica y laboral, el especialista en Física nuclear dijo que es más conveniente hacer un posgrado en el extranjero que en México: “Cada vez que cambias de grado escolar te vas a un lugar donde estás desprotegido, no tienes a los amigos, aprenderás trucos nuevos y enfrentarás retos nuevos. Todo esto hará que crezcas en calidad, y a la hora que regreses, ya traigas ideas nuevas de cómo mejorar las situaciones. Por ejemplo, aquí en la Universidad de Colima tenemos el caso de la Facultad de Ciencias, donde los profesores de Física y Matemáticas, todos, se doctoraron en universidades extranjeras de renombre, muy buenas, y establecieron algo distinto a lo que se conocía”.
De igual manera, puntualizó que México requiere formar más científicos: “Es mucho mejor tener a un científico dando clases que a alguien que no lo sea, y en México el 60 por ciento de los profesores que ocupan una plaza en las universidades no hace ciencia, y en algún momento se tendrán que reemplazar”.
“Ninguna universidad en Estados Unidos contrata a sus propios graduados, eso es algo prohibidísimo que nada más se ve en México; es realmente un insulto a la calidad de la propia universidad, es como escupirse uno mismo en la cara”, comentó.
Por último, aconsejó a los jóvenes estudiantes “tener pensamiento crítico, para lo cual deben elegir la carrera correcta; deben tener la capacidad de pensar, y las carreras de Matemáticas y Física te dan esa oportunidad: te enseñan a pensar”.