Las Piedras, Uruguay.- Hoy se cumplieron 65 años de la victoria de Uruguay contra Brasil en la final de la Copa del Mundo de Futbol de 1950, conocida desde entonces como el ‘Maracanazo’, y hoy falleció el ejecutor de esa derrota cuyos tintes de tragedia en el futbol brasileño siguen vigentes: Alcides Edgardo Ghiggia sufrió un ataque cardiaco a los 88 años de edad.
Las crónicas de la época entronizan el juego del capitán de aquella selección, Obdulio Varela, y celebran asimismo al hombre que aprovechó un titubeo del portero Moacir Barbosa, en el minuto 34, y puso el partido 2-1 a favor de los uruguayos. El marcador ya no se movió: Brasil estaba de luto, literalmente de luto, pues un puñado de fanáticos se suicidó de puro pesar.
Obdulio Varela, Julio Pérez y Ghiggia construyeron una jugada cuyos ecos persisten en la memoria histórica de ambos países (y del mundo del futbol en general): los niños uruguayos cuentan el gol de Ghiggia cual si lo hubieran visto en cualquier cancha de Montevideo, y a los brasileños se les aparecieron de golpe todos los demonios de esa añeja afrenta cuando Alemania los aplastó en la semifinal de Brasil 2014.
Ghiggia vivía en la localidad de Las Piedras, en el departamento de Canelones, en Uruguay.
Debutó profesionalmente en el futbol en el equipo Sud América, de su país, en 1953; fue futbolista de Peñarol, y de los italianos Roma y Milán (donde ganó una Copa de Europa, el equivalente de la Liga de Campeones de Europa actual), y terminó su carrera en el uruguayo Danubio.
El ejecutor del Maracanazo vivió exactamente 65 años desde que su nombre se inmortalizó en el patrimonio histórico y sentimental del futbol.
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