Italia.- El número de muertes a consecuencia del COVID-19 en Italia llegó a 2 mil 978, de acuerdo al último corte de la Organización Mundial de la Salud, casi alcanza a las que se han generado en China, donde la cifra llega a las 3 mil 242; lo que sobresale es que el país europeo tiene poco más de un mes con la problemática, y el asiático lleva tres meses.

El brote del virus en China comenzó en diciembre, mientras que en Italia comenzó a finales de febrero.

Actualmente, el número total de casos en el mundo superó los 200 mil y asciende a 209 mil 839 con 8 mil 778 muertes. La OMS señala que se necesitaron más de tres meses para llegar a los primeros cien mil casos confirmados, y solo 12 días para llegar a los siguientes cien mil.

En México la cifra llega a los 164 casos confirmados (46 más en las últimas 24 horas); hay 448 casos sospechosos en análisis y 921 que se estudiaron han descartados y catalogados como negativos.

Aunque en el informe de la Secretaría de Salud no se menciona que ya hay una muerte, el día de ayer la dependencia en su cuenta de twitter si lo dio a conocer.

En Colima se mantiene un caso confirmado de COVID-19, ahora son 3 sospechosos y continúan 7 negativos.

COVID-19 llama la solidaridad mundial, no al proteccionismo: ONU

Durante una rueda de prensa virtual en la sede de la ONU en Nueva York, el Secretario General, António Guterres, indicó que la situación actual que se vive no tiene precedente en los 75 años de existencia de la Organización.

Indicó que esta pandemia propaga el sufrimiento humano, infecta a la economía a nivel global, donde los trabajadores de todo el mundo podrían llegar a perder hasta 3.4 billones de dólares en ingresos, y pone en riego la vida de las personas.

«Esta es, sobre todo, una crisis humana que llama a la solidaridad. La humanidad está angustiada y el tejido social se está desgarrando. La gente está sufriendo, enferma y asustada».

Guterres indicó que actualmente las respuestas a nivel de país no abordan la complejidad global de la pandemia, que afectará principalmente a los países más pobres y a las mujeres, y hay que dar paso políticas coordinadas, decisivas e innovadoras por parte de las economías líderes en el mundo.

«Mi mensaje central es claro: estamos en una situación sin precedentes y las reglas normales ya no se aplican. No podemos recurrir a las herramientas habituales en tiempos tan inusuales”.

Después añadió que la creatividad de la respuesta debe estar a la altura de la naturaleza única de la crisis y la magnitud de la respuesta debe estar a la altura de su magnitud.

“Nuestro mundo se enfrenta a un enemigo común. Estamos en guerra con un virus».

Asimismo, el titular de la ONU aplaudió la celebración la semana que viene de una cumbre de emergencia de líderes del G-20 en la que espera participar.

La gestión del virus como oportunidad

Guterres indicó que, de hacerse de un modo correcto, la gestión de la crisis del coronavirus puede representar una oportunidad única.

«Si se hace bien, podemos dirigir la recuperación hacia un camino más sostenible e inclusivo. Pero las políticas mal coordinadas corren el riesgo de encerrar, o incluso empeorar, desigualdades ya insostenibles, revirtiendo los avances en materia de desarrollo y reducción de la pobreza conseguidos con tanto esfuerzo».

El Secretario General llamó a todos los líderes mundiales a reunirse y ofrecer una respuesta «conjunta y coordinada» a la crisis mediante tres áreas de acción: abordar la emergencia sanitaria, enfocarse en el impacto social y en la respuesta y la recuperación económica a la crisis y que este restablecimiento sea mejor para todos que las vividas anteriormente.

Atajar de inmediato la respuesta sanitaria

Guterres pidió un aumento inmediato del gasto sanitario para atender las necesidades urgentes realizando un mayor número de pruebas, mejorando las instalaciones sanitarias, apoyando al personal sanitario y garantizando los suministros adecuados, todo ello con respeto a los derechos humanos.

«Se ha demostrado que el virus se puede contener. Ha de contenerse. Si dejamos se extienda como un incendio forestal, especialmente en las regiones más vulnerables del mundo, matará a millones de personas».

Añadió que este escenario demanda pasar de una situación en que cada país implementa sus propias estrategias por separado, a una que garantice una respuesta mundial coordinada que ha de incluir ayuda a los países menos preparados para afrontar la crisis.

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