Manzanillo.- Luego del derrame de 70 mil litros de combustóleo en la Laguna de Cuyutlán en Manzanillo solo hay algo claro, que las dependencias federales con facultades para actuar, no quieren hacerlo y menos encontrar responsables.
El derrame fue el 23 de julio y a casi un mes, ninguna autoridad federal ha dado muestras de querer encontrar responsables, y en las ultimas tres reuniones interinstitucionales con los mismos resultados desde el inicio de la contingencia, ninguno.
Entrevistado esta mañana en Manzanillo, el gobernador Ignacio Peralta Sánchez, señaló que debe evaluarse a conciencia el daño ecológico en la Laguna de Cuyutlán y en caso que así se determine que se implementen medidas de mitigación y rehabilitación para que este ecosistema no se siga afectando.
Peralta Sánchez se dijo preocupado por el derrame de combustóleo y que estará a la espera del diagnóstico que emita la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) misma que hoy dejó plantados a los pescadores de la zona.
Hizo un llamado a todas las partes involucradas a no abandonar el diálogo como medio para resolver cualquier problema; y manifestó su solidaridad para con los pescadores.
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