ARMERÍA.- Es necesario que la Laguna de Cuyutlán sea declarada Área Natural Protegida (ANP), especialmente su vaso III y IV para así garantizar el equilibrio de esta, ante su relevancia para el ecosistema de la región.
Lo anterior fue una de las ideas que trascendió tras la realización del II Foro Planta de Urea y Amoniaco, Impacto Ambiental, celebrada la mañana de este jueves 29 de febrero en Armería, donde se reiteró el rechazo de especialistas, investigadores, autoridades y población al citado proyecto que planteó instalarse en el denominado estero Palo Verde desde el 2023.
En su intervención Angélica Jiménez, directora del Instituto del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (IMADES) de Colima, reconoció la unidad que mostró la población armeritense al rechazar tal complejo industrial que impactaría significativamente el entorno Lagunar, así como a la propia mancha urbana.
No obstante reiteró que para evitar futuros conflictos o riesgos ante proyectos de esa naturaleza será necesario declarar al vaso lacustre como una ANP, ya que actualmente esta es considerada Sitio Ramsar (un sitio Ramsar es un humedal designado como de importancia internacional bajo el Convenio de Ramsar).
Precisó que al conseguir tal categoría se garantizará la conservación de los hábitats para mantener y aumentar los bosques, que contribuyan a dar más agua, oxígeno y mantenimiento del hábitat de especies de flora y fauna en dicha Laguna.
Para conseguir tal distinción se requerirá de un proceso meticuloso y complejo que se podrá realizar en un largo plazo, pero insistió en que esto debe ser considerado prioridad para asegurar la biodiversidad de la Laguna de Cuyutlán.
En caso de lograrse tal reto se protegería un área natural de 50 mil hectáreas, así como 5 microcuencas, de agua salada y agua dulce.
Además que para tales efectos se requerirá el apoyo de 24 ejidos y propietarios particulares en tal área.
Para conseguir una ANP en Canoas, Manzanillo, se hizo un trabajo social desde el 2016 y se tuvo el acompañamiento social.
“Ya hay planes desde hace años para conseguir una ANP para estos vasos de la Laguna, es un tema que tiene casi 20 años hablándose de tener un decreto de conservación para esta Laguna, porque esta se ha visto fuertemente presionada en los alrededores, inherentes al crecimiento urbano pero que generan un impacto, por lo que es necesario tener planes sobre cómo vamos a mitigarlo”.
Posteriormente Ana Luz Quintanilla Montoya, directora del Centro de Estudios e Investigación en Biocultura, Agroecología, Ambiente y Salud (CEIBAAS) Colima, catalogó relevante garantizar que cualquier proyecto que se desarrolle en la región no atente contra el equilibrio de este, el cuarto humedal más importante del país y que alberga más de mil 200 hectáreas de mangle.
“Es un riesgo para la naturaleza construir un complejo de ese tipo en la zona, es fundamental que sepamos que este tipo de proyectos (la planta de urea) no debieron haber pasado desde hace años y lamentablemente en colima se fueron aceptando proyectos que hoy en día traen enormes perjuicios no sólo a la salud pública sino a la naturaleza”.
Abundó que si bien Colima representa menos del 0.4 por ciento del territorio nacional es de las entidades más biodiversas de todo el país, porque se tiene el 41 por ciento de las aves, 35 por ciento de reptiles, hay presencia de los 5 felinos que existen en el país, micro hábitats de flora.
“Y lamentablemente también hay este tipo de proyectos que las autoridades deben rechazar por completo, porque no necesariamente progreso es que lleguen inversiones… quien tiene mas riqueza en un país es quien tiene más biodiversidad y recursos naturales”.
Ante ello hizo un llamado a todas las partes para mantener el equilibrio ecológico en todos los sentidos y regiones, para que la naturaleza se siga desarrollando y además garantizar la salud pública.
Luego el diputado local Alfredo Álvarez dijo que han canalizado tal inquietud de los armeritenses ante las instancias correspondientes para evitar que la planta de amoniaco y urea no llegue a la región, puesto que esta se hubiera ubicado a menos de 3 kilómetros de Armería y sobre el principal vaso lacustre de la región.
A la par reconoció el esfuerzo de la población para hacer valer su voz y derechos a la ecología.
En el acto, desarrollado en aulas de la Universidad Benito Juárez de Armería, también estuvieron la diputada local Sonia Hernández; la diputada federal, Carmen Zúñiga; el coordinador académico de dicha institución educativa, Cesar Arias; la bióloga del tortugario de Cuyutlán, Mary Cruz Rivera, entre otros.
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