En estos días, de manera virtual, se realizó la mesa de análisis “Empatía, igualdad, justicia para el avance e incorporación de mujeres a carreras en ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas”, que organizaron la Coordinación General de Investigación y el Centro Universitario para la Igualdad y los Estudios de Género de la Universidad de Colima.
Al dar la bienvenida, la Dra. Xóchitl Trujillo-Trujillo, coordinadora general de Investigación, dijo “hace días promovimos una semana de actividades para crear nuevos referentes femeninos con el fin de que las nuevas generaciones abracen a la ciencia como una forma de vida, despierten sus capacidades, talento y entusiasmo para construir un mundo que queremos para nosotras y todos los demás”.
Agradeció, por último, el apoyo del rector Christian Torres Ortiz Zermeño “para promover la igualdad de género como un área transversal en todas las acciones institucionales y, por supuesto, en la investigación para la formación, para el desarrollo y para despertar estas vocaciones en la ciencia”.
La primera en tomar la palabra fue la Dra. María Elena Tejeda Yeomans, profesora de la Facultad de Ciencias, quien destacó que la empatía debería permitir reconocer, comprender y compartir los pensamientos y sentimientos de las otras: “En la vida académica puedo decir que, con empatía, podría ser más fácil el trabajo; esta capacidad es clave para sortear los altibajos en nuestra vida académica, pues está fuertemente ligada a la capacidad de ser sensibles a los contextos académicos y sociales de las personas con quienes colaboramos, y esto impacta directamente en nuestro trabajo científico”.
Señaló que para que más mujeres y niñas se inserten en estas áreas, “necesitamos reconocer que éste es un problema que tenemos que resolver todas y todos. Existen organizaciones que cuantifican la equidad de género como motor de desarrollo económico y los efectos de la deserción por obstáculos previsibles que afectan a las mujeres, pudiéndose implementar estrategias puntuales como hace la UdeC”.
En su turno, la Dra. Dulce María Vargas Bracamontes, catedrática del CONACyT y comisionada al Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos de la UdeC, al hablar de su experiencia comentó que, a pesar de ser la única mujer vulcanóloga, “la difícil situación para la obtención de plazas no es exclusiva de la mujer en el país; sin embargo, sí creo que hacen falta políticas que permeen para que se pueda tener una mayor contratación de mujeres en el área de ciencias”.
Por su parte, la Dra. Janeth Aurelia Alcalá Rodríguez, de la Facultad de Ingeniería Electromecánica, dijo que ella no ha enfrentado situaciones de desigualdad: “En general, en cuanto a las oportunidades que he tenido para desarrollarme en la investigación y el trabajo, han sido las mismas que mis compañeros, tanto en la exigencia física como en lo laboral y personal. El que cada vez seamos más quienes estemos involucradas, participando y formándonos en estas áreas, es lo que logrará que en algún momento dado se alcance la igualdad”.
La directora del Centro Universitario para la Igualdad y los Estudios de Género, Mtra. Ana Azucena Evangelista Salazar, señaló que de acuerdo con datos del 2021, en el nivel de licenciatura hay una matrícula de alrededor de 13 mil 454 estudiantes, de los cuales siete mil 422 son mujeres (55.16 por ciento de mujeres); sin embargo, comentó que si bien esto refleja un incremento, éste se da áreas de educación, arte, humanidades, ciencias sociales, mientras que en las áreas STEM (acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics), el 31.11 por ciento son mujeres.
“Por ello, hemos promovido acciones que fomenten las vocaciones científicas en colaboración con otras dependencias. La Universidad seguirá promoviendo este tipo de vocaciones científicas como parte de los compromisos de la agenda rectoral para que cada vez se incorporen más mujeres en estas profesiones consideradas ‘como del futuro’, las mejor pagadas y con amplio campo laboral”.
La Dra. Nancy Molina Rodríguez, de la Facultad de Psicología, destacó un estudio que realizó a estudiantes de ingenierías en la Universidad: “Las estudiantes ingresan con desigualdades previas de género, culturales y económicas que suelen pasar desapercibidas por el sistema escolar, que les exige la utilización de procesos y herramientas de aprendizaje a las que no les es fácil acceder pero que, a la vez, la misma institución no les suele proporcionar”.
En cuanto a la empatía, finalizó, “recordemos que ésta se desarrolla bajo la influencia de un sistema social patriarcal, por lo que puede tener sesgos de género, clase, raza y orientación sexual, entre otros, lo que lleva a que sea selectiva y contextual, además de que este hecho no implica que nos lleve a realizar algo para cambiar dicha condición”.