La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) validó la desaparición de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) y se negó a amparar al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) contra la extinción de la paraestatal.
Con esta decisión, el sindicato agotó, sin éxito, todos los medios de defensa que tenía a su alcance para tratar de revertir el decreto que emitió el presidente Felipe Calderón, el 10 de octubre de 2009, cuando ordenó la extinción de la compañía.
Los ministros rechazaron 26 argumentos que esgrimió el sindicato, incluso, el que usaron para señalar que el Congreso de la Unión era el único facultado para extinguir a LyFC mediante un decreto, por lo que Calderón había invadido la esfera de competencia de los legisladores.
De manera unánime, sin ninguna diferencia de fondo, los ministros del Pleno de la SCJN concluyeron que el Presidente de la República sí está facultado para desaparecer a la compañía.