EL ARCÓN DE HIPATIA
Por. Saraí AGUILAR ARRIOZOLA
Andrés “N”, de 72 años, colaboraba en una campaña como gestor social de un candidato. Tras un cateo en su domicilio, realizado por peritos y policías de investigación de la Fiscalía del Estado de México, además de bomberos y binomios caninos de la Policía Municipal, se encontraron restos óseos de varias víctimas, así como bolsos, maquillaje, ropa y otros artículos de mujer. Por esa razón fue detenido como presunto feminicida serial e incluso se le relaciona con actos de canibalismo.
El horror de este caso surgido en Atizapán no se terminaba de disipar cuando, a fines de la semana pasada, se supo el caso de otro sujeto de 44 años, identificado como Arturo “N”, vinculado a proceso por el delito de feminicidio cometido en diciembre de 2020, y a quien la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) identifica como otro posible “feminicida serial”, pues estaría involucrado en la muerte de otras tres mujeres desde hace cinco años en la alcaldía Tlalpan.
Apenas en el mes de abril, las autoridades capitalinas admitieron el incremento de feminicidios en la CDMX. Marzo de 2021 es el mes más letal para las mujeres al registrar récord de 362 casos de homicidios dolosos y feminicidios, según el reporte mensual del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
La cifra más alta correspondía con anterioridad a diciembre de 2018 –primer mes de la actual administración– con 359 mujeres asesinadas (El Financiero 2021-04-21).
Como si eso no fuese suficiente, las alcaldías Gustavo A. Madero (GAM) y Miguel Hidalgo (MH) ocupan –no sólo en la CDMX, sino a nivel nacional– los primeros lugares en casos de feminicidio.
Según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el primer trimestre de 2021 GAM ocupó el primer lugar, con cinco casos de feminicidio, y MH el segundo, con cuatro, dentro de los 100 municipios en el país con más asesinatos de mujeres. La CDMX se sitúa en el tercer sitio con más feminicidios en el país, al registrar 18 asesinatos. El primer lugar lo ocupa el Estado de México, con 35 casos, seguido de Veracruz, con 21.
Por otro lado, el Registro Público de Personas Agresoras Sexuales de la Ciudad de México ha sido abierto y contiene información sobre 45 personas que han sido sentenciadas por crímenes como abuso sexual, violación y feminicidio. El portal muestra nombre, alias, edad, nacionalidad y delito cometido por cada una de estas personas y, en algunos casos, su fotografía. Además, permite filtrar los resultados por rango de edad y tipo de crimen cometido. Los datos son responsabilidad del Sistema Penitenciario capitalino. Ciertos datos personales de los agresores registrados serán visibles sólo para la Fiscalía General de Justicia.
No obstante el “triunfo feminista” que se pretenden anotar las autoridades, esto está lejos de la realidad. El sistema penal no sirve para prevenir la violencia, menos para resarcir a las víctimas de ella. Olvidan además que con los altos índices de impunidad de la justicia en México pocos, o incluso algunos de manera errónea, estarán ahí.
A diferencia del epidémico, en el semáforo de feminicidios no es tan sencillo declarar el “verde”.
Columna publicada con la autorización de Saraí AGUILAR ARRIOZOLA