En palabras Llanes
Por: Alberto LLANES
Strange days es el segundo álbum de estudio de The doors, como se sabe, banda lidereada por el gran Jim Morrison, poeta de toda una generación hasta nuestros días… el disco salió a finales del año 1967 y continúa con la idea original del álbum debut de la banda, una mezcla de psicodelia con letras que rayan en la intelectualidad, quizá inmersos, viciados o, mejor dicho, influenciados por la lectura de las obras de Aldous Huxley con The doors of perception, La isla o Un mundo feliz… de ese disco sus canciones más notables fueron: Love Me Two Times, People Are Strange, When the Music is Over y, claro, Strange Days; de la lista hay dos canciones que llevan la palabra Strange…
Strange Days podría ser consideraba una canción apocalíptica, la canción que, por fin, nos ha alcanzado. En el documental de 2004 titulado Fly Jefferson, Jefferson Airplane, en voz de Grace Slick comenta que Morrison tenía un «encanto especial», donde quiera que llegara pronto llamaba la atención, las «gruppies» se juntaban alrededor de él; era un tipo bien parecido que sobresalía del resto de integrantes del grupo, tenía un encanto especial, atrapa con su presencia. Grace comenta, en ese mismo material audiovisual, que Morrison no sólo encantaba a la chicas, sino que a muchos hombres también, que se acercaban con la idea de tocarlo… llevarse algo de él… la gente aprovechaba el momento para «acercar/arrimar» el Rey Lagarto cualquier tipo de droga: ácido, aceite, cocaína, hierba seca, LSD, lo que fuera… Morrison «consumía todo al instante, todo, al rato, cuando el efecto había pasado; Morrison tocaba al cuarto de los demás artistas, en busca de “un pasón de lo que fuera”».
Tal vez por eso Morrison veía apaches, serpientes, desiertos, un accidente que presenció de pequeño, gente desnuda en medio de una tremenda y gran orgía, borbotones de sangre… «todo esto según el filme The doors de 1991, estelarizada por Meg Ryan en el papel de Pam Morrison, Val Kilmer como Jim y dirigida magistralmente por Oliver Stone». Definitivamente sus días extraños estaban sucediendo, o no, quizá los extraños siempre fuimos y hemos sido nosotros, pobres terrenales… Jim era un maldito, por no decir, puto Dios…
El miércoles de la semana pasada, el director general de la Organización Mundial de la Salud Tedros Adhanom Ghebreyesus, salió a dar una nueva declaración que involucra un asunto de emergencia sanitaria a nivel mundial. La primera vez que Tedros salió a dar una noticia similar, fue cuando el mundo se enteró de la epidemia causada por el virus Sars-Covid 2, pandemia que nos metió a nuestra casa por dos años y que comenzó en China; ahora vino a alertarnos sobre una nueva contingencia mundial que avanza a toda prisa; la llamada Mpox o viruela símica… los días extraños definitivamente nos han alcanzado, quizá, como alcanzaron a Morrison o, simplemente, siempre vivió en ellos cuando en el escenario veía apaches serpientes, desiertos, un accidente que presenció de pequeño, gente desnuda en medio de una tremenda y gran orgía, borbotones de sangre…
Hoy, lunes 19 de agosto fue un día particularmente raro; mamá está por cumplir años; el 20 de agosto, sin embargo, mamá se encuentra en otro plano celebrando como lo hacía acá; fue raro porque mi mujer viajó a la gran ciudad y nos dejó solos como hace mucho no lo hacía; fue raro porque en la mañana estuvo perfectamente soleado, tanto que una guayabera naranja fue mi atuendo para el día laboral; fue extraño porque de pronto se nubló y el cielo comenzó a llorar para, luego, dar paso a un sol que si no inclemente, sí permitió que la ropa se secara; fue extraño porque el ambiente se nota raro, extraño, quizá como los días así de los que nos alertó Morrison en ese maravilloso disco.
Definitivamente los días extraños nos han alcanzado y quizá, algún día, de estos extraños, como Morrison, lleguemos a ver apaches, serpientes, desiertos, un accidente que presenció de pequeño, gente desnuda en medio de una tremenda y gran orgía, borbotones de sangre…
La nueva pandemia está por… días extraños, muy extraños como bien cantaba el poeta Morrison.