Entre Líneas
Por: Raúl MERCED LARES
COMO YA se hizo costumbre y ha ocurrido en otros temas, el presidente López Obrador ahora dice lo contrario que antes decía. Nos referimos a la tragedia de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, cuya “verdad histórica” no ha convencido a muchos, sobre todo a los padres de familia.
En 2019, desde la montaña alta de Guerrero, el presidente afirmó que lo de Iguala no fue un crimen de Estado, con lo que buscaba deslindar por decreto al gobierno federal y al Ejército de haber sido los responsables de esta desgracia y también intentaba desarmar a los padres de familia que siguen creyendo en que sí fue el Ejército.
Sin embargo, la última versión del presidente sobre este caso es que sí fue un crimen de Estado porque participaron autoridades locales (estatales y municipales), pero no el Ejército Mexicano ni mucho menos el gobierno federal, sino algunos malos elementos militares.
Esta nueva versión se acerca más a la que oficialmente dio el gobierno de Enrique Peña Nieto en la verdad histórica que presentó en enero del 2015 el entonces procurador general de la república Jesús Murillo Karam, la cual ha sido rechazada por los padres de familia porque siguen pensando que esto fue un crimen de Estado porque participó el Ejército, por lo que seguramente ellos, sus familiares y estudiantes seguirán dando más guerra en Iguala y en la Ciudad de México los siguientes años.
SE ESPERA que en 2024, antes de irse, López Obrador dé la versión definitiva de su gobierno sobre el caso Ayotzinapa en el sentido de limpiar al Ejército de su presunta participación en los hechos. Por ahora, la última versión presidencial se acerca a la “verdad histórica” que presentó el gobierno de EPN, pues está reduciendo la responsabilidad de esta tragedia a las autoridades locales (estatales y municipales) y deslindando al Ejército Mexicano. El presidente dijo Entre Líneas que un mando de los militares que participaron en los hechos tenía nexos con el crimen organizado que opera en Iguala, ya que un coronel de entonces sostenía ya comunicación con miembros de bandas criminales, supuestamente sin el conocimiento de los altos mandos del Ejército. De cualquier manera, el presidente se le hizo bolas el engrudo y tendrá que elaborar y dar a conocer una versión convincente de la nueva “verdad” de su gobierno y olvidarse de falsedades como eso de que “aún es factible hallar a los normalistas”.
LA INCÓGNITA ahora es qué van a hacer los padres de los estudiantes, pues paradójicamente los izquierdistas del PRD que ahora están en Morena les vendieron la idea de que a sus hijos los mandó desaparecer el gobierno de EPN y que los responsables de hacerlo fue el Ejército Mexicano con tal de desacreditar al PRI. En este sentido, muchos no olvidamos que quien apuntó con el dedo a José Luis Abarca para llegar a la presidencia municipal de Iguala por el PRD fue precisamente López Obrador (entonces dirigente nacional perredista), a pesar de que le advirtieron que este futuro alcalde tenía qué ver con las bandas criminales, lo que de manera indirecta involucra al ahora presidente de México en este lamentable hecho. Guardando las debidas proporciones, lo de Ayotiznapa apunta a convertirse en otro 68, cuya herida no cierra a pesar de que sucedió hace más de 50 años. Y este caso de Iguala tendrá sus consecuencias porque habrá otros que lleguen y mantengan la flama encendida con acciones violentas para seguir demandando la verdad que esperan escuchar en Iguala, no la que les quieren decir desde Palacio Nacional.
NO VAN a dejar llegar tan tranquilamente a Xóchitl Gálvez a la Presidencia de la República como muchos pudieran creer. Si piensan que la contienda presidencial del 2024 va a ser limpia o democrática, está lejos de serlo. Al contrario, será sucia y hasta virulenta. Ya se nota. Y es, además de lidiar con violentos militantes de Morena que increparán a la candidata de la oposición, como ya ocurrió en Oaxaca, la virtual candidata del Frente Amplio por México tendrá que enfrentar más guerras sucias (denuncias y demás), una elección de Estado y, sobre todo, a un presidente que actúa como jefe de campaña de la candidata morenista y no dejará de intervenir en la contienda, con la displicencia del INE en su momento. Lo bueno de la senadora del PAN es que también ella piensa como los políticos de Morena -por eso la invitó López Obrador a incorporarse a este partido y la 4t-, por lo que seguirá respondiendo y actuando como ellos. Pero ella no puede sola y tendrá que echar mano de mujeres y hombres con perfiles adecuados para enfrentar lo que ya se ve venir. Por lo pronto, Xóchitl debe cuidarse de que los elementos de la Sedena que le asignarán para su protección personal no se conviertan en espías del gobierno de López Obrador, pues diario les estarán pidiendo reportes de cada jornada, y más allá. Y para enfrentar todo eso, Xóchitl Gálvez ocupa rodearse de gente hábil, inteligente y hasta valiente y no de gente que sólo declara y grita con el hígado o se rasga las vestiduras con tal de quedar bien con la candidata para obtener una candidatura o un hueso en su gobierno. Por el momento, pareciera que está haciendo caso a gente con el segundo perfil con respuestas tibias y hasta burdas ante lo que dice y hace la virtual candidata de Morena.
POR CIERTO, Morena en Colima sigue tratando de hacer callar las voces de algunos medios de comunicación impresos que ejercen la crítica. Como es típico ya entre los de Morena a nivel nacional que son intolerantes a la crítica y a la transparencia, ahora los morenistas de Colima se aventaron la ocurrencia de aprobar una reforma legal con el objetivo de eliminar la obligatoriedad de publicar en los periódicos de mayor circulación en la entidad las convocatorias para licitaciones y contratos gubernamentales. Como ha sucedido en otros asuntos o temas, los de Morena se van a equivocar otra vez debido a su enfermedad de intolerancia que se cargan, ya que quieren olvidar u olvidan que esos medios impresos que han ejercido la crítica han soportado ataques y agresiones de este tipo y han podido permanecer gracias a la confianza de muchos lectores y del sector privado. Les va a salir contraproducente, pues los medios que pretenden acallar han sabido sortear este tipo de presiones que pretenden hacer ahora los de Morena y van a seguir publicando, con mayor razón, casos o acciones que van contra la transparencia y se acercan más a la corrupción. Los de Morena siguen olvidando que cuestionar o criticar desde una trinchera, como lo hacen los medios, es más afectivo que andar corriendo y escondiéndose para evitar que los disparos los eliminen, literalmente.
COMO LO dijimos, empezamos a reproducir algunas medidas con las que podemos contribuir a proteger nuestro medio ambiente y frenar el cambio climático: ahorrar energía en casa, reduciendo el uso de la calefacción y el aire acondicionado; cambiar a bombillas LED y tener electrodomésticos de bajo consumo, y lavar la ropa con agua fría o tendiendo la ropa mojada en lugar de utilizar la secadora. También tener en casa un mejor aislamiento o reemplazar el horno de petróleo o gas por una bomba de calor eléctrica, ya que puede reducir la huella de carbono hasta en 900 kilogramos de CO2 equivalente al año. Además, cambiar el tipo de energía de la casa y, si es posible, comprobar si se puede cambiar a fuentes renovables como la eólica o la solar o bien instalar paneles solares en el tejado para generar la energía de la vivienda, porque puede reducir la huella de carbono hasta en 1,5 toneladas de CO2 equivalente al año.