Las cocinas integrales se caracterizan porque sus muebles y electrodomésticos se encuentran amalgamados, de forma que la cocina proyecta un aspecto homogéneo. Este efecto se puede lograr manteniendo la continuidad de los materiales, seleccionando aparatos que respeten la línea del mobiliario y empotrando los electrodomésticos.
Este tipo de cocinas son muy populares debido a que favorecen la organización y la racionalización del espacio. Permiten que el usuario tenga todos los utensilios al alcance de la mano, trabaje cómodamente sobre una encimera despejada, utilice los electrodomésticos cuando lo necesite y acopie una gran cantidad de elementos en los espacios de almacenamiento.
Durante muchos años las cocinas integrales fueron asociadas con el minimalismo, los colores claros y las superficies brillosas. Sin embargo, las nuevas tendencias de decoración se alejan parcialmente de esa concepción tradicional y ofrecen una mayor variedad de opciones.
Electrodomésticos adecuados a las necesidades
Uno de los pilares fundamentales de las cocinas integradas es la eliminación de los excedentes y la adquisición de electrodomésticos que se ajusten a los hábitos culinarios de los usuarios. Esto implica analizar las necesidades reales de los habitantes de la casa, evaluar el espacio disponible y pensar en el mediano y largo plazo.
Un cocinero profesional o una familia numerosa pueden sacarle mucho provecho a las parrillas de gas de Avera con cinco o seis quemadores. En cambio, para un joven que se ha independizado recientemente, vive en un lugar pequeño y cocina poco una parrilla de inducción con un quemador es suficiente.
Cocinas abiertas
Actualmente, existe un fenómeno de doble integración en la cocina. Está integrada dentro de su propio ambiente y simultáneamente se funde con la sala o el espacio del comedor. El hecho de que los electrodomésticos se encuentren ocultos dentro del mobiliario permite una transición sutil entre la cocina y el otro ambiente, impidiendo que estos elementos desentonen.
La eliminación de las barreras físicas entre la cocina y el resto de la casa es una de las tendencias más marcadas desde el inicio de la pandemia, ya que promueve la interacción entre los miembros de la familia. Las cocinas integradas y abiertas suelen incluir una isla multipropósito o una barra con taburetes que puede utilizarse como desayunador.
Dispositivos modernos
Las nuevas cocinas integradas incorporan diversos artefactos tecnológicos amigables con el medio ambiente. Los extractores tradicionales fueron sustituidos por las campanas de cocina digitales con LED, que permiten regular la velocidad de la extracción.
Ya es común ver purificadores de aire y de agua de Avera en todos los hogares, debido a que garantizan la calidad de estas sustancias fundamentales para la vida. Los grifos frecuentes están siendo reemplazados por otros nuevos que poseen sensores que se encienden y apagan de manera automática.
Cada día más personas eligen emplear la freidora de aire digital, en vez de preparar la comida en una sartén con aceite, ya que es una opción mucho más saludable. Lo mismo sucede con los hornos a vapor, que conservan mejor los nutrientes de los alimentos.
Colores oscuros
Las cocinas blancas brillosas y los tonos tierra nunca pasan de moda, pero actualmente el mundo del diseño está dominado por los colores oscuros en acabado ultra mate. La tendencia más marcada es el “total black”, seguida por el uso del gris. Ambos colores generan una imagen elegante y moderna.
Los tonos verdes y azulados que tuvieron cierto protagonismo el año pasado se continuarán utilizando por un tiempo. Sin embargo, es importante recalcar dos aspectos. Primero, que deben ser diseños monocromáticos. Segundo, que el uso de estos colores está reservado a las cocinas integradas cerradas.
En cualquiera de estos casos, la oscuridad del color se debe contrarrestar con una buena iluminación. Durante el día esta necesidad se puede satisfacer con un gran ventanal por donde entre un buen caudal de luz natural. No obstante, por la noche será imprescindible contar luces artificiales instaladas en puntos estratégicos de la cocina.
Encimeras con texturas naturales
Las encimeras anchas de madera que dominaron la estética de las cocinas integradas de los últimos años, se han ido. Luego de mucho tiempo han regresado las encimeras de cuarcita, granito y mármol ultrafinas, en colores blanco o negro, sólidos o veteados. Son mucho más fáciles de limpiar que otros materiales, muy duraderas y aportan un componente decorativo adicional.
Otras tendencias actuales en el mundo del diseño de cocinas son los revestimientos de pared en terrazo o ladrillos, los tiradores de metales de colores cálidos, las estanterías completamente abiertas y las alacenas con puertas de cristal. Sin embargo, estas modas crean un aspecto recargado y no son del todo compatibles con una cocina integrada.
Incorporar estos elementos generaría una interrupción en la línea estética constante y sencilla que se está intentando generar. Si se quiere agregar algo decorativo que le dé vida al ambiente sin desentonar, se debe utilizar una planta o una canasta de frutas frescas. El objetivo de esta decoración es producir un contraste llamativo, pero que también sea consonante con el ambiente de armonía ya presente.