El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió perdón el jueves por una operación de contraterrorismo en enero que accidentalmente provocó la muerte de dos trabajadores humanitarios que habían sido tomados como rehenes por al Qaeda.
Los dos trabajadores eran el estadounidense Warren Weinstein y el italiano Giovanni Lo Porto.
«Como marido y como padre, no puedo ni siquiera imaginar la angustia que las familias de Weinstein y Lo Porto están sufriendo hoy», dijo Obama a periodistas, con un profundo suspiro, señalando que se hacía responsable por las muertes y que había ordenado una profunda revisión.
«Lamento profundamente lo que sucedió», dijo Obama, explicando que desclasificó algunos detalles de la operación para que las familias pudieran saber qué sucedió. REUTERS