La ONU-DH identifica en la admirable entrega de las madres la fuente primaria del impulso para alcanzar los avances normativos, jurisprudenciales e institucionales en México, en materia de justicia, búsqueda, acceso a la verdad, memoria, reparación integral y garantías de no repetición. Hoy es urgente que dichas conquistas sean implementadas de manera plena, integral y efectiva por las autoridades del Estado mexicano.
Motivadas por el amor hacia sus seres queridos, las madres de personas desaparecidas constituyen la columna vertebral de un movimiento vibrante, constructivo y propositivo. Garantizar el derecho a la participación del que son titulares implica, además de una obligación de las autoridades, una oportunidad insustituible para enriquecer y legitimar las respuestas que el Estado debe adoptar con un sentido de urgencia.
Las recomendaciones de Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada (CED, por sus siglas en inglés) marcan una valiosa ruta a ser implementada por el Estado.
La ONU-DH hace un llamado a toda la sociedad a sumarse de manera activa a las movilizaciones que se realizan el día de hoy en gran parte del país.
Su solidaridad y acompañamiento es determinante para el impulso de las familias, así como para la generación de una conciencia colectiva acerca de una problemática tan crítica y dolorosa que afecta a todas las personas en México.
Como sostiene el CED en su informe de misión a México: “la solidaridad y empatía con las víctimas deben ser una prioridad para la sociedad en su conjunto”.