OPORTUNIDAD

¿QUÉ VIENE?

Por: Sean Osmin HAMUD RUIZ

No tenía grandes expectativas sobre el mensaje que ayer dirigió a la nación el presidente López. Sin embargo, ante la situación que se vislumbra en el país y que está sucediendo en el mundo, por un momento tuve la esperanza de escuchar una postura que tuviera que ver con la realidad.

No esperaba que redireccionara el dinero dedicado a sus programas sociales, tampoco creí que lanzara un espectacular programa de financiamiento a las Mipymes. Inclusive tenía claro que no iba a dejar de decir que como nunca nuestra nación estaba lista para enfrentar la situación crítica de salud y económica.

Sin embargo, fiel a mi tradición soñadora, supuse que habría una reacción con cierto matiz, con algo de realidad.

Múltiples puntos de vista, de organismos empresariales, de columnitas, de expertos, que lo han apoyado y que lo han criticado, coincidían en que esta contingencia debería tener un trato muy distinto al que anunció. Pues no sucedió.

¿Y entonces? La verdad es que no hay respuestas absolutas. Certeza hay de que no tenemos idea de hasta dónde se van a profundizar en nuestro país estas dos crisis.

Tenemos que reconfigurarnos en todos sentidos. Apropiarnos verdaderamente de ideas como la de la economía circular. Este concepto abarca mucho más allá del reciclaje y la reutilización. Habla de la interacción social de las unidades de negocio con su entorno, de manera sistémica. Las relaciones con clientes, proveedores y colaboradores las tenemos que ver en una perspectiva integral. El reto que viene tiene que llevarnos a ver a estos actores como verdaderos socios entre ellos, por encima de la relación mercantil natural que los une.

No va a haber muchas alternativas. Aún y cuando ya podamos salir a hacer una vida “normal”, debe ser imposible que sigamos actuando como si nos moviéramos en esferas distintas. Las correlaciones entre nosotros se tienen que estrechar, tanto en lo emocional, como en lo económico. Las empresas tendrán que ver a sus empleados como verdaderos socios. No basta con el reparto del PTU, debemos integrarnos en una relación simbiótica de interdependencia. Igual con los proveedores y demás actores sociales que tengan que ver con la empresa. Vamos a tener que vernos, no en ese sentido lineal tradicional de la relaciones monetarias, sino como una comunidad orgánica. La situación que vivimos y viviremos, es lo que nos revela: Cambiar drásticamente el paradigma. Volvernos cooperativistas, en el mejor de los sentidos. De ello dependerá la supervivencia.

Lo hemos escuchado, crisis es oportunidad. Ojalá no la desperdiciemos.