Con una ovación del público colimense fue recibida en el Teatro Universitario “Cnel. Pedro Torres Ortiz” la propuesta artística “Juya Ania”. Este performance, dirigido por la bailarina y creadora sinaloense Michelle Félix, es un homenaje personal a la danza del venado. En él, su autora fusiona la técnica de la danza contemporánea con los bailes y festividades de la cultura mayo yoreme del norte del país. Fue acompañada en la parte musical por el compositor colimense Gilberto Moreno.
Con el público sentado alrededor del escenario, en la intimidad de la penumbra, Michelle se va transformando en venado conforme se apropia del ajuar, que consiste en un traje de manta, un paliacate rojo, la emblemática cabeza de venado y sonajas, que convierten su cuerpo en un instrumento más del ritual.
Por su parte, Gilberto Moreno acompaña a la bailarina con instrumentos de percusión que crean una atmósfera vigorosa y cargada de energía, pero también de solemnidad. Mientras, el uso de la guitarra eléctrica da un toque más contemporáneo a la propuesta y le otorga nuevos tonos sutiles y oníricos.
Entrevistado sobre sus impresiones de esta propuesta artística, el joven Juan Carlos García, quien es además egresado de la licenciatura en Danza Escénica de la Universidad de Colima, señaló que este espectáculo le permitió conectar nuevamente con su identidad como sonorense, así como disfrutar un momento fuera de su rutina cotidiana y de lo convencional.
“Antes de ser estudiante de danza en Colima fui intérprete de la danza del venado en Sonora y estoy muy apegado a la cultura y las raíces indígenas y ahora, como egresado de la licenciatura en danza puedo decir que es espectacular lo que vimos, porque me confirma una vez más lo que yo puedo llegar a hacer tras haber estudiado mi carrera”, completó.
Por su parte, el guitarrista y músico colimense Sergio Fuentes Oseguera resaltó del espectáculo el balance entre la danza y de la música. “Disfrutamos de sonidos orgánicos y naturales que nos fueron trasladando junto con la danza, a ese momento ritual de la danza el venado”.
Finalmente, Fuentes Oseguera comentó que, como músico, fue interesante ver la experimentación con los instrumentos de percusión, la guitarra y las sonajas, al ser tocados de forma no convencional, pero a la vez sutilmente y sin ser violentados. “Este tipo de eventos son muy gratificantes y sería positivo que se pudieran replicar con más de una función para llegar a más público”.