Padres de bebé con sobrepeso piden ayuda

Tecomán.- Los 29 kilogramos del niño Luis Manuel González no serían ningún inconveniente si no fuera por su edad, apenas tiene 9 meses, esto lo ha colocado a él y a sus padres en una situación compleja.

Por ello su familia, de escasos recursos, hace esfuerzos sobrehumanos por encontrar una solución al problema de salud del menor, derivado aparentemente de un mal congénito.

Según narra Mario González, padre del menor y de oficio jornalero agrícola, cuando el pequeño Luis Manuel llegó al mundo los médicos no detectaron padecimiento alguno y nunca sospecharon que el peso sería problema ya que su registro de 3.5 kilogramos no les hacía sospechar ni remotamente de su futuro calvario.

Acompañado por su esposa, María Isabel Pantoja, quienes nos recibieron en su humilde hogar en la colonia Niños Héroes de Tecomán –que además les es prestada por un familiar de ambos- abundó que cuando su hijo contabilizaba 2 meses comenzaron a sospechar que algo andaba mal ya que su peso se triplicó al alcanzar la asombrosa cantidad de 15 kilogramos sin que hubiera una causa aparente que lo originara, ya que la alimentación del bebé era como la de cualquier otro chico de su edad.

Inicialmente Luisito –como ellos le llaman cariñosamente- fue atendido con el Seguro Médico Popular pero al ver la seriedad del asunto buscó un trabajo estable con el cual acceder al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y gracias a la recomendación de un amigo así como a la solidaridad del contratante, encontró un lugar en conocida empresa cítrica de Tecomán.

Ahí le pudo dar un seguimiento más exacto a los males de su segundo hijo y, al paso de las semanas, se percató de la peculiaridad de sus dolencias.

Y es que a pesar de que inicialmente sus pediatras consideraron que el sobrepeso de su hijo pudiera derivarse de una alimentación inadecuada, tras varios regímenes y dietas especiales Luis Manuel seguía ganando kilos en forma inusitada.

Cuando compartió su experiencia con vecinos así como con personalidades de Tecomán algunos médicos particulares mostraron interés y estudiaron el caso en forma voluntaria, determinando que el origen de la obesidad del niño podía deberse a un desorden hormonal.

“Se le han hecho estudios y de entrada los particulares nos han dicho que no es la tiroides como pudo haberse pensado sino que padece un síndrome peculiar que se llama Prader-Willi (PWS)… pero es apenas el primer paso porque el tratamiento, que creo pudiera ser a largo plazo, implica mucho gasto”.

De entrada comentó que el establecimiento donde se desempeña actualmente se comprometió a apoyarlo con 20 mil pesos aunque Mario González, de 30 años, se hace a la idea de que es apenas el primer paso en un largo camino en el que nada está garantizado.

“Pero no importa cuánto cueste, yo quiero ver a mi hijo sano, que se haga el esfuerzo por agotar todas las posibilidades porque él se tiene que valer por sí mismo, debe tener una vida normal como yo y su madre la tuvimos… por ello pido el apoyo de la gente, que es muy solidaria, y que en este caso la ocupo por lo que con el corazón en la mano les hago ese llamado”, comentó con voz entrecortada.

“En un principio este dolor me hizo pensar muchas cosas pero ahora con el apoyo que he estado recibiendo de algunos, de oraciones, considero que nos ha unido como familia, me ha acercado con mis verdaderos amigos, me ha hecho pensar en trabajar más duro, me he fortalecido en mi fe”, contó.

Por su parte María Isabel Pantoja, de 24 años de edad, y cargando en todo momento a Luis Manuel y en su regazo acariciando a su otro hijo, Mario Alberto de 3 años, platicó brevemente que a raíz de este tema su hijo debe tener una dieta alimenticia cuidadosa para no agravar su situación en la que incluye leche materna.

“El niño –Luis Manuel- manifiesta problemas de espalda pero es un niño curioso, al que ya le están saliendo sus primeros dientes, pero que se ve limitado por su sobrepeso… tenemos muchas necesidades por lo que le pedimos apoyo a la gente que se quiera ofrecer”.

Ambos comentan, con dejo de preocupación, que en próximos días podrían verse obligados a viajar a la Ciudad de México para aplicarle más pruebas al pequeño, no sólo para corroborar el tipo de enfermedad sino además el tratamiento específico que se le debe suministrar.

“Estamos preocupados pero a la vez pidiendo a Dios que esto tenga solución… lo demás de alguna manera puede solucionarse”, terminó diciendo.

La familia González Pantoja pone a disposición de la gente que desee sumarse a la ayuda el teléfono 313 11 31175 así como números de cuenta para recibir donativos: las cuentas 137 097 101 799 587 114 en Coppel así como trasferencias al 101 799 587 11 a nombre de la señora María Isabel Pantoja Martínez.

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