¿PARA QUÉ SIRVEN LOS PERIODISTAS?
Por: Carlos M. HERNÁNDEZ SUÁREZ
Hace aproximadamente 2,500 años, Heráclito dijo: “todo cambia, nada es estacionario”. Y efectivamente así es, todo cambia.
Cuando los cambios no ocurren, cuando se detienen por cualquier causa, lo único que se hace es retrasarlos, y entonces los cambios ocurren violentamente, y se llaman revoluciones. Piense en los terremotos: las placas tectónicas se mueven poco a poco, reflejándose en pequeños sismos, y si algo se atora, los pequeños sismos se interrumpen temporalmente pero, eventualmente, las cosas se destraban violentamente, con consecuencias catastróficas. De hecho, una de las técnicas más prometedoras —aunque falta mucho— para tratar de predecir terremotos consiste en analizar los sitios bajo la superficie terrestre donde no ha habido movimientos, porque ahí es donde se está acumulando la energía.
Cuando los gobernantes no se dan cuenta de esto, y siguen con las mismas ideas y costumbres, se están resistiendo a ese cambio y entonces sucede como con los terremotos: todo lo que tenía que haber sucedido poco a poco, ocurre de golpe.
Algunos gobernantes piensan que los periodistas les estorban. No se dan cuenta de que no hay nada más útil para ellos, frecuentemente rodeados de, lo que yo llamo, “el círculo pretoriano”, que no les deja ver la realidad, que alguien exprese su opinión abiertamente.
Mucha gente, todo el tiempo, está inconforme. Quiere decir algo, pero por razones que yo entiendo, comprendo y hasta justifico, no lo hace. Esas personas encuentran en la voz del periodista un desahogo que libera tensiones. Sienten que alguien dice lo que ellos quisieran decir, y eso ayuda más al gobierno de lo que parece.
Se dice que, en la Antigua Roma, durante la celebración de una victoria militar, el general victorioso era tratado con una gloria cercana a la divinidad. Se dice que un esclavo o sirviente especial se mantenía cerca de él y le susurraba constantemente algo como: “Memento mori» (Recuerda que eres mortal). El propósito de esta frase era recordar al general que, a pesar de su éxito y exaltación en ese momento, seguía siendo un ser humano sujeto a la muerte, evitando que se dejara llevar por el orgullo o la soberbia. El periodista es ese esclavo, que le recuerda a los que ostentan el poder que el cetro es efímero.
La democracia de un país es tan fuerte como su prensa. Hasta Gabriel García Márquez se ostentaba como periodista.
Felicidades a todos los periodistas.