Pastelazos

Miniaturas
Por: Rubén Pérez Anguiano*

  • A nadie le deben gustar los desaguisados que recorren las campañas electorales colimenses, donde se combinaron los ingredientes necesarios para hornear pasteles que sólo sirven para arrojarlos a la cara.

  • Un ingrediente esencial de la buena repostería política debería ser el respeto a la ley, pero al parecer algunas candidatas y candidatos eligieron el camino de la ilegalidad para fincar sus posibilidades competitivas. Se trató de una apuesta arriesgada, hecha a sabiendas que se trataba de un engaño, pero decidieron seguir adelante.
  • La apuesta fue, en esos casos, a que la legalidad pasara desapercibida o que su violación descarada no fuera importante en el ajuste de cuentas con los tribunales. Incluso (lo sospecho) se apostó porque la bomba de tiempo estallara después de los hechos consumados, es decir, las elecciones. Como es lógico, las cosas no salieron bien.
  • Debo confesar que para mí fue una sorpresa la salida de Margarita Moreno de las filas del PRI. Nunca entendí esa jugada. Allí tenía todo para repetir como presidenta y además estaría bien colocada en la fila hacia la gubernatura.
  • Según una aceptada versión, el rompimiento del PRI con Margarita fue resultado de su empecinamiento en ser candidata al Senado de la República. En el CEN (Comité Ejecutivo Nacional) le dijeron que eso no era posible, que tenían en la lista a Mely, considerando su reciente papel en la competencia por la gubernatura y su liderazgo en el sector campesino estatal. La ofrecieron a cambio ser candidata a diputada federal o repetir como candidata a la presidencia municipal, que para ella era un camino seguro.
  • Fue entonces que comenzó el coqueteo con Movimiento Ciudadano, que por entonces parecía una apuesta con posibilidades. En el PRI comprendieron el chantaje político (ya se la saben): Margarita presionaba para que le dieran el puesto que quería.
  • Las cosas comenzaron a descomponerse. Samuel García se bajó de la contienda presidencial por sus caprichos y Margarita, ya abiertamente en ese partido, no logró la candidatura al senado, que fue para Griselda Martínez.
  • Entonces, para mi sorpresa, vuelve Margarita a la candidatura a la presidencia municipal, pero ahora por un partido que no le daba estructura, ni militancia formal, ni nada. Bueno, si le dio algo, la confrontación con quienes ya estaban enfiladas en esa candidatura y que se sintieron desplazadas por el arribo de Margarita.
  • Digo, ¿para qué competir con un partido al que tenía que ponerle todo, cuando tenía en la bolsa la candidatura de un partido con estructura y potencial competitivo?
  • Sabiendo que eso era difícil de explicar, Margarita y su equipo comenzaron a difundir que su salida del PRI fue porque los malvados priistas querían de candidato a Riult, no a ella, lo cual es ilógico. Circula por allí un video de una diputada local, en la posada del PRI de 2023, confirmando el apoyo a Margarita y rechazando la posibilidad de Riult, precisamente porque no es priísta.
  • Lo peor vino después: la actitud ante la legalidad. En el equipo de Margarita nadie advirtió que existía un escollo normativo: la renuncia con anticipación al partido que postuló la primera ocasión si deseas competir por el mismo cargo y por otro partido en la siguiente elección.
  • Allí es donde todo se descompone. De forma misteriosa se dice que la renuncia si se presentó a tiempo, pero nadie sabía de ella y sobraban evidencias de actos políticos, incluso actos formales partidistas, donde Margarita se seguía ostentando como priísta.
  • La supuesta renuncia al PRI solo la conocía la presidenta del comité directivo municipal, que estaba fuertemente entrelazada con Margarita y que incluso se fue con ella a MC como candidata a regidora. Digo, por más que se quiera no se puede tapar al sol con un dedo.
  • Todos esos documentos se presentaron como prueba y el Tribunal Electoral del Estado resolvió en consecuencia. Suena un tanto ilógico acusar al presidente formal del PRI o a la misma gobernadora de oscuras maniobras y de presiones hacia la magistrada presidenta del tribunal, no porque sean incapaces de intentar tales maniobras, sino porque no han hecho ninguna exitosa en los últimos meses. Vaya, si la gobernadora tuviera el poder de influir en ese tribunal lo habría hecho para beneficiar a su proyecto: Viridiana (Viri) Valencia.
  • Insisto en una vieja frase de la política mexicana: no son muchos los errores, es sólo uno, los demás son consecuencia del primero.
  • En fin, habrá quienes festejen este resultado adverso para Margarita. Yo no lo haré. Creo que los fracasos de estos proyectos ―el de Margarita y el de Viri― pudieron evitarse con un poco de anticipación, proyección y cuidado de la legalidad, es decir, con un poco más de política.
  • Cuando se extravía un proyecto se cancelan emociones, posibilidades, expectativas y, de forma lógica, la democracia pierde un poco de su contenido.
  • Estamos frente a un proceso lleno de sorpresas, descalabros y amarguras. Lo peor es que todavía quedan algunos pastelazos. Habrá que esconder la cara.

 

 

*Rubén Pérez Anguiano, colimense de 55 años, fue secretario de Cultura, Desarrollo Social y General de Gobierno en cuatro administraciones estatales. Ganó certámenes nacionales de oratoria, artículo de fondo, ensayo y fue Mención Honorífica del Premio Nacional de la Juventud en 1987. Tiene publicaciones antológicas de literatura policiaca y letras colimenses, así como un libro de aforismos.