Por Héctor Romero Fierro
Gran molestia causó a Manuel Andrés López Obrador (MALO) el poco impacto que ha tenido en medios la difusión de un video que “alguien” compartió en redes sociales, el cual se pretende relacionar con la denuncia que presentará Emilio Lozoya Austin en contra de una serie de personajes de la política, y que la mayoría de la gente ha tomado como lo que es: una manipulación de carácter político electoral utilizada anticipadamente para desviar la atención de las tres crisis que, por el pésimos manejos de la “Cuatro Té”, enfrenta el país (económico, sanitario y de seguridad), y como no funcionó, como por arte de magia, y en cumplimiento a una propuesta expresa del presidente, quien insistía en su Show de Stand Up de La Mañanera que era de interés nacional el que se diera a conocer los citados videos de la denuncia señalada y aunque es delito el difundirlo, “curiosamente” al día siguiente apareció la denuncia.
Desde mi particular punto de vista, es un escrito cuidadosamente elaborado con el propósito de causar un daño, principalmente político, moral y de imagen de todos los exfuncionarios que ahí se mencionan, con muy poca posibilidad que la información ahí contenida permita procesar por algún delito a los señalados, y mucho menos que con esas aseveraciones se logrará llegar, como infantilmente lo esperan muchos a encarcelar a Peña Nieto, Videgaray, Meade, Felipe Calderón, Salinas de Gortari, Ricardo Anaya y antiguos legisladores, incluso, dos que son actualmente gobernadores de sus estados y hasta una periodista. En esa denuncia se narran supuestos hechos desde el año 2009 hasta 2016.
Curioso que cada vez que el presidente desea una ilegal filtración, “El Genio de la lámpara” cumple el deseo presidencial y aparecen los documentos, no obstante que esto es delito. Por eso todo el mundo cree que lo ordena directamente el presidente y como dicen en mi rancho: “Piensa mal y acertarás”.
La filtración, de ser verídica, lo único que provoca es que los señalados tengan tiempo de preparar su defensa. Debemos aplaudir que, de existir delitos, se persigan a los delincuentes con todo el peso de la ley, pero se debe evitar el uso faccioso de la información con fines electorales.
Lo curioso fue que se le revirtió al presidente, ya que de inmediato los medios de comunicación recordaron aquellas penosas imágenes de cuando su secretario particular, Bejarano, fue filmado empacando millones de pesos y todavía solicitó unas ligas, por lo que se ganó el mote “Del señor de la Ligas”, y fue absuelto por la casi nula fuerza probatoria que tienen los videos; también la prensa exhibió los videos donde aparece el hermano de López recibiendo dinero de manos del entonces operador político del gobierno de Chiapas y ahora actual funcionario del gobierno federal.
Entiendo que Lozoya esté desesperado por librar la cárcel y beneficiar a su señora madre y a su esposa, también procesadas, pero al único que se le puede probar el delito de cohecho, ya que además en su denuncia confiesa descaradamente su conducta delictiva, es a él, pero de eso, a que se preste a escribir una novela político-electoral, dista mucho. No se debe beneficiar con el “criterio de oportunidad”.