Colima.- Los calificativos “cómplices”, “dictador”, “populachero” y “borregos” se cruzaron la tarde este martes 28 de febrero entre los diputados locales Luis Ladino Ochoa y Riult Rivera Gutiérrez, ambos panistas.
El origen del ‘enfrascamiento’ fue la sentencia asignada al alcalde de Cuauhtémoc, Rafael Mendoza, de destituirlo e inhabilitarlo por siete años, aprobada por el Congreso, entre ellos tres diputados panistas: Riult Rivera, Crispín Guerra y José Santos, y rechazada por el resto de los blanquiazules.
En tribuna, Ladino Ochoa dijo que los diputados ejercieron “venganza política” y “exceso de poder”, y que de lo contrario no se explica el reacomodo en la titularidad de comisiones cuando el PRI y los independientes lograron la mayoría en el Congreso, así como el cambio de personal en el mismo.
“Abogo porque mis tres compañeros rectifiquen el camino y no sean comparsa de esta mayoría del PRI, aliados y priindependientes y que no sean cómplices de lo que el gobernador les mandate y de esta venganza política que a través del poder legislativo va a comenzar con el partido Acción Nacional, lo que ganaron en la calle se lo quieren quitar en la mesa, no abusen”.
Riult Rivera no se quedó callado y afirmó que sólo hablan de venganza y revanchismos quienes así actúan.
Sin mencionarlo específicamente, criticó el anuncio de la dirigencia estatal del PAN de buscar sancionar a los panistas que aprobaron la sanción a Mendoza Godínez.
“Qué mal líder será aquel que expone a la propia ideología de un conglomerado, qué mal aquel intolerante que quiere que todos sean y piensen tal cual él lo hace ¿ese es su líder? O es un impositor, o un dictador”
Finalmente, Ladino Ochoa aseguró que el día en que Mario Anguiano, Rafael Gutiérrez y otros funcionarios sean sancionados, entonces reconocerá el trabajo del Congreso.
“Un dicho dice que cuando el lobo aúlla, hay ovejas, hay borregos, y yo nunca voy a ser un borrego”, sentenció.
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