En segunda vuelta nuevamente, el Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, rechazó la pretensión del presidente López, impulsada por la bancada de Morena, de convocar a un periodo extraordinario para aprobar la ley reglamentaria de la “revocación de Mandato”
Al requerir el voto de las dos terceras partes de los miembros de la Comisión presentes en la reunión, solo lograron veinticuatro votos con trece en contra, por lo que no consiguieron esa mayoría calificada. Pero, que terquedad de Morena, lograron dos rechazos en 24 horas.
La primera reflexión que hay que tomar en cuenta es que López fue electo para un periodo sexenal constitucional, que dudo que se pueda modificar con una ley que en este momento se aprobara, ya que, de lograrse, como sería el sueño de muchos, la revocación de mandato, se estaría aplicando en su perjuicio en forma retroactiva, situación a todas luces violatoria del texto constitucional.
Hay que destacar el voto de los legisladores de Movimiento Ciudadano, la jalisciense Fabiola Loya y Dante Delgado votaron en contra del periodo extraordinario, y demostraron que no actuarán, como lo esperaban muchos, como partido satélite de Morena, aunque al momento de la votación Dante se equivocó y voto a favor, pero inmediatamente rectificó y corrigió el sentido de su voto.
La dirigencia de MC deberá investigar y sancionar a la Diputada Adriana Medina, quien al parecer falsifico una prueba de covid para ausentarse de la sesión dándole en automático un voto a Morena. Lo peligroso del proyecto aprobado en Comisiones por Morena y sus secuaces, es que lo que se buscaría es una “ratificación de mandato” y no en realidad una “revocación”, situaciones muy diferentes y que en nada abonan a la vida democrática del país.
La revocación de mandato había sido incorporada al artículo 35 de la Constitución desde diciembre de 2019, (y apenas les nació la urgencia de aprobarla al vapor) figura teóricamente democrática que buscaba que los ciudadanos, a la mitad del sexenio podrían decidir si el presidente se queda o se va, dependiendo su desempeño y pérdida de confianza.
La oposición logró evitar que se llevara simultáneamente con las elecciones federales pasadas, ya que López quería aparecer en la boleta, luego se evitó que fuera el propio MALO quien llamara a este procedimiento democrático, por lo que deben ser los ciudadanos los que lo convoquen al recabar firmas por el 3% del listado nominal de electores, y para que sea vinculante se requiere la participación de cerca del 40% de la población, deberá ser organizada por el INE.
Sin embargo, la forma en que mañosamente han diseñado la ley secundaria los legisladores de Morena, solo serviría como propaganda electoral de López al preguntar simplemente si estás de acuerdo que éste continúe en el poder. Esta figura se aplicó en Bolivia, Ecuador y Venezuela y sirvió como base para reelegirse en forma arbitraria.
Veremos el gran enojo del Presidente, quien ha decidido culpar al INE y al Tribunal electoral de todos los males del país, y quiere quemarlos en una hoguera de leña verde. A los ciudadanos nos ha costado mucho tener estas instituciones a la altura que tienen, evitemos que tratando de controlarlas acaben con ellas.