Presentan Apodario, retrato lingüístico y cultural del municipio de Cuauhtémoc

Con una recopilación de 250 apodos que se usan en los pueblos del municipio de Cuauhtémoc, Colima, fue presentado en el Museo Universitario de Artes Populares “María Teresa Pomar” el libro Apodario.

La obra es resultado del proyecto “Los apodos del occidente de México”, desarrollado por los cuerpos académicos 49, Rescate del patrimonio cultural y literario, y 67, Sociedad, cultura y significación, adscritos a la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima.

El libro, autoría de Gloria I. Vergara Mendoza, Gilberto Maximiliano Ceballos Esqueda, José Manuel González Freire y Lucila Gutiérrez Santana, cuenta con ilustraciones de la joven diseñadora Xenia Rivas. En sus páginas se retrata, de forma original y lúdica, el paisaje onomástico de las comunidades de Quesería, Cuauhtémoc, Alcaraces, Buenavista y El Trapiche.

Durante la presentación, el profesor-investigador Víctor Ramiro Gil Castañeda destacó que Apodario constituye una rigurosa investigación sustentada en disciplinas como la lingüística y la filología. En sus 303 páginas, el texto examina el fenómeno de los apodos a partir de una sólida bibliografía especializada. “Este análisis desde las ciencias del lenguaje no está exento de humor e ironía, lo cual brinda al lector una experiencia amena”, señaló.

Apodario aborda conceptos de la lingüística como reduplicación, metalingüística, oxímoron, analogía, metonimia, simplificación fonológica, antonimia, hipocorísticos, reducción silábica y asimilación, los cuales permiten entender los procesos formativos y significativos de los apodos analizados.

Gilberto Maximiliano compartió que participar en esta investigación resultó una experiencia ilustrativa y reveladora. “La lengua es un fenómeno vivo, moldeado por sus hablantes, y aunque los apodos han existido desde hace tiempo, han sido escasamente abordados desde una perspectiva científica”.

Añadió que, en el proceso de recopilar el corpus y entrevistar a los participantes, surgió abundante información que podría dar lugar a futuros estudios sobre las historias de vida detrás de estos apodos. “Encontramos apodos que han perdurado por generaciones: hijos, nietos e incluso bisnietos siguen siendo identificados por el apodo original”.

Lucila Gutiérrez, investigadora y coautora, enfatizó su trayectoria académica centrada en los hipocorísticos (formas afectivas abreviadas de nombres propios), los cuales ha abordado desde la fonética y la fonología. “Uno de los principales desafíos al estudiar nombres propios o apodos, dentro del campo de la onomástica, es identificar la motivación de su asignación: por qué a determinada persona se le dio ese nombre o ese apodo”. Indicó que una de las formas más frecuentes encontradas fueron las llamadas animalizaciones, es decir, apodos derivados de nombres de animales, especialmente aquellos característicos del occidente mexicano.

La obra incluye también el alfabeto fonético internacional (AFI) y una imagen del aparato articulatorio-fonador. Cada entrada del libro contiene una transcripción fonética y una fonológica del apodo correspondiente. “Así, incluso una persona que no hable español, pero que conozca el alfabeto fonético internacional, podrá saber cómo se pronuncian estos nombres”, comentó Gutiérrez Santana.

En su turno, el académico González Freire destacó el trabajo minucioso del equipo al buscar el significado de cada apodo, recurriendo no solo a los diccionarios de la RAE y de mejicanismos, sino también a libros especializados, como aquellos dedicados a la avifauna mexicana. Además, resaltó el prólogo del investigador Patrick Johansson y anunció que la obra está disponible de forma gratuita para su descarga en computadoras o dispositivos móviles.

Gloria Vergara celebró la colaboración entre los cuatro autores, pertenecientes a dos cuerpos académicos distintos, así como la participación artística de Xenia Rivas, quien ilustró cada uno de los 250 apodos y diseñó las portadas.

“Apodario es resultado de una labor exhaustiva de clasificación, búsqueda de definiciones, y de la incorporación de aspectos fonéticos, fonológicos y de interpretación hermenéutica”, afirmó. Añadió que esta publicación ofrece un modelo metodológico para investigaciones similares en otros municipios del estado, y que las historias recogidas en torno a los apodos revelan matices identitarios, tonos, sonidos y voces que incluso pueden derivar en leyendas locales.

Finalmente, Xenia Rivas, egresada de la Licenciatura en Artes Visuales, compartió que ilustrar Apodario le exigió un alto grado de profesionalismo, pero fue también una experiencia muy significativa. “Lo que más disfruté fue la parte correspondiente a El Trapiche, comunidad que me recibió cuando llegué desde Tecomán a estudiar a los 17 años. Hay una parte de mí en ese lugar. Espero seguir participando en proyectos como éste con la Universidad de Colima”.

Para quienes estén interesados en consultar este Apodario, pueden descargarlo directamente en el enlace http://ww.ucol.mx/content/publicacionesenlinea/adjuntos/Apodario-DIGTAL_607.pdf