CDMX.- El presidente Andrés Manuel López Obrador firmó la iniciativa de Ley de Husos Horarios en los Estados Unidos Mexicanos que este día enviará al Congreso de la Unión para que se discuta y, en su caso, se apruebe la eliminación del horario de verano.
Esta propuesta del Ejecutivo surge a partir de tres razones principales que explicaron en la conferencia de prensa matutina la secretaria de Energía (Sener), Rocío Nahle García y el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela. El cambio de horario tiene efectos nocivos en la salud de las personas, que en su mayoría lo rechazan y no contribuye al ahorro de energía.
El secretario de Salud refirió que el impacto en la población puede ser biológico, psicoemocional y social. Se han observado daños como somnolencia diurna, irritabilidad, déficit de atención, depresión, fatiga y disminución en el rendimiento escolar y laboral, lo que ha provocado un mayor uso de estimulantes.
Con la modificación al reloj, la duración del sueño en las y los adolescentes disminuye un promedio de 32 minutos por noche, principalmente en las primeras dos semanas después de iniciado el horario de verano. Las personas adultas necesitan de tres a siete días para adaptarse y la población infantil requiere más tiempo.
Algunos estudios, dijo, sugieren la asociación entre el horario de verano y el aumento de la ocurrencia de infarto cardiaco, especialmente en la primera semana posterior a la implementación.
El secretario de Salud indicó que cada vez más estudios demuestran que las diferencias de tiempo entre el reloj social y el biológico desafían la salud.
Por ejemplo, las Sociedades Internacionales del Sueño aconsejan un horario sin cambios y recomiendan mantener el horario de invierno, mientras que la Sociedad Internacional para la Investigación de los Ritmos Biológicos concluyó que las ventajas del horario estándar superan a las del cambio de horario.
El titular de la Secretaría de Salud aseguró que un ritmo biológico más estable mejora el rendimiento intelectual, disminuye el riesgo de enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión.
“La elección del horario de verano es política y, por lo tanto, puede cambiarse. (…) Lo recomendable es volver al horario estándar que es cuando la hora del reloj solar coincide con la hora del reloj social”, afirmó.
En el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, la titular de la Sener expuso que, de acuerdo con los resultados de la encuesta realizada en junio por la Secretaría de Gobernación, el 71 por ciento de la población no está a favor del horario de verano y solo el 29 por ciento lo aprueba.
“Hay una inconformidad permanente en la sociedad desde 1996 cuando se instaló este horario; hay más de 40 iniciativas de ley presentadas desde 2001 en contra del horario de verano por diferentes fracciones parlamentarias”, acotó.
La evidencia científica, agregó, demuestra que no se presentan cambios importantes en la luz solar en los países cercanos a los Trópicos, por lo que no está justificada su implementación desde 1996.
El ahorro de energía es muy bajo, menor al uno por ciento anual del consumo nacional, debido a la constante innovación tecnológica en enseres domésticos, así como el cambio de luminarias convencionales por ahorradoras de energía, de modo que no impacta favorablemente en el gasto familiar, apuntó la secretaria.
“En el 2021 el consumo nacional y el ahorro por el horario de verano solamente fue de 537 gigawatts por hora, que equivalen a un 0.16 por ciento del consumo nacional y un ahorro económico de mil 138 millones de pesos, que representa solo el 0.2 por ciento del consumo nacional de electricidad”, sostuvo.
La reducción de emisiones de dióxido de carbono durante 2019 fue de apenas 0.07 por ciento del total nacional, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía, del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias, del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica y de la Comisión Federal de Electricidad.