El primer ministro británico David Cameron dijo el sábado que cometió una torpeza al reconocer su inversión en un fondo extraterritorial revelado en la filtración masiva de documentos de un bufete panameño.
Cameron provocó aplausos y risas de un auditorio de correligionarios conservadores al iniciar su discurso del sábado con una autocrítica: «Podría haberlo manejado mejor. Sé que hay lecciones que aprender y las aprenderé. Y no echen la culpa al 10 Downing Street ni a asesores anónimos. La culpa es mía».
Fue la primera aparición en público de Cameron desde el jueves, cuando reconoció que fue accionista del fideicomiso de su padre en las Bahamas de 1997 a 2010, el año en que asumió como primer ministro. Durante los cuatro días anteriores sus asesores habían emitido mensajes confusos.
Decenas de dirigentes políticos, celebridades y astros del deporte han sido vinculados con compañías fantasma y fondos de inversión tras la filtración masiva de datos del bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en registrar compañías extraterritoriales.
El cierre de rendijas legales para evitar el pago de impuestos es uno de los objetivos declarados de Cameron, quien rechaza las acusaciones de hipocresía.
«El gobierno que encabezo se asegurará muy claramente, muy obstinadamente, muy resueltamente que reprimiremos la evasión fiscal», afirmó.
Fuera del local donde se reunían los conservadores, decenas de agentes policiales formaron una barrera frente a miles de manifestantes izquierdistas que exigían la destitución de Cameron. Muchos sostenían carteles con la leyenda burlona: «Mossack Fonseca: Porque los impuestos son para los pobres».
La oposición en el parlamento está presionando a Cameron para que revele totalmente sus inversiones en fondos en el extranjero, en particular los administrados por su difunto padre, Ian, un corredor de bolsa millonario que depositó muchos fondos en paraísos fiscales. AP