“La pregunta central de la investigación será determinar cuáles son las causas de la proliferación de mosquitos en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara”, afirmó Héctor Barrios, profesor de Ingeniería Civil (IC) del Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara, quien dirige las labores para emitir posteriores recomendaciones que contribuyan al control de dicha especie en la periferia de las mencionadas instalaciones.

De acuerdo a Barrios, el estudio ambiental será a gran escala. Por lo tanto, no se limitará a las instalaciones del aeropuerto, sino a toda el área periférica que colinda con el mismo. En específico, incluye a los cuerpos de agua existentes, que se encuentran semi estancados y contaminados.

“Se trata de zonas causales de la proliferación de larvas, lo cual, eventualmente, permite la existencia de mosquitos”, explicó el profesor. Debido a la magnitud del estudio, comentó que se estiman tres meses de trabajo, pues no se trata de un problema sencillo, ya que es un escenario multifactorial a escala en tiempo y espacio.

Agregó que el estudio comenzó en agosto con la delimitación de un polígono de influencia, el cual se definirá a partir del comportamiento de los mosquitos. Se estima que el área abarque entre 2 y 2.5 kms. de la periferia del aeropuerto.

Barrios consideró que “es una causa de escala regional; se trata de focos de contaminación en la zona. Es necesario indagar en el manejo de las plantas de tratamiento de aguas residuales en la periferia del Aeropuerto de Guadalajara”.

Asimismo, aclaró que cuentan con la colaboración de entomólogos e investigadores del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, A.C. (CIATEJ), perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Además de buscar una respuesta a la proliferación de mosquitos en la zona, el estudio realizará un diagnóstico situacional y una revisión de la tecnología y las herramientas existentes para controlar y disminuir su presencia.

Descartar mosquitos portadores de enferemedades

A pesar de que la información del Estado de Jalisco apunta a que se trata de una especie de mosquito culex o mosquito común (es decir, no transmisor de enfermedades), el académico señaló que es necesario indagar a fondo para descartar la presencia de mosquitos portadores de diferentes padecimientos como chikungunya o zika.

“No sabemos a ciencia cierta qué tipos de mosquitos hay, pero con los entomólogos determinaremos las especies existentes en la periferia”, aclaró, y añadió que actualmente el trabajo del GAP es constante y cercano a la Secretaría de Salud del Estado. Se realizan muestras, análisis de larvas y se trabaja en las zonas en donde se acumula vegetación que pueda provocar su proliferación.

De acuerdo con Barrios estas medidas se suman a las realizadas por el GAP como: revestimiento de canales de aguas negras, limpieza constante de zonas con vegetación y desvío de aguas residuales hacia colectores, lo que ha coadyuvado a la disminución de mosquitos en un 95%. Por lo anterior, subrayó que “es importante continuar con los estudios y actividades para controlar este escenario y así minimizar la transmisión de enfermedades”.

Primeros resultados

“Esperamos que a corto plazo se vean resultados con medidas aplicables. A finales de octubre, del proyecto se generarán principalmente algunas recomendaciones, para determinar tiempos específicos y coadyuvar en un beneficio para los usuarios del Aeropuerto y para las personas que habitan en su periferia”, concluyó el profesor.

De acuerdo al investigador, el aeropuerto de Guadalajara no es el único recinto con este problema. Por lo tanto, se definirán las buenas prácticas en manejo de proliferación de estas especies para compartilas con otras instalaciones similares. El GAP, finalizó, sería el encargado de adoptar las recomendaciones generadas con el proyecto.